lunes, 26 de julio de 2010

Constructores contra periodistas

La población de Guadalajara cada día crece más. La concentración de tanta gente en una misma metrópoli trae consigo muchos problemas, como la movilidad, el drenaje, la contaminación, el empleo... en fin, todos los conflictos que vivimos a diario. La industria de la construcción es de las más beneficiadas. Sin embargo, el crecimiento de la ciudad debe ser ordenado. Si reina la anarquía, la edificación sin control, pronto surgen problemas.

Durante la administración de Emilio González Márquez en el ayuntamiento de Guadalajara (2003-2006) y durante el interinato de Ernesto Espinosa Guarro, el síndico Gustavo González Hernández (ahora diputado federal) aprobó muchas licencias de construcción pasando por alto los planes parciales de desarrollo, mismos que señalan las edificaciones que están permitidas y los giros de negocios por cada zona de la ciudad. Ya en el ayuntamiento encabezado por Alfonso Petersen (hoy secretario de salud) se creó una comisión edilicia que habría de revisar estos permisos irregulares... sin embargo, no se corrigió el problema y en contraparte se aprobaron no pocas licencias más para torres.

En la actual administración de Aristóteles Sandoval tronó la bomba, empezando con la Torre Q, en la colonia Providencia. Un tribunal, así como la Procuraduría de Desarrollo Urbano, ordenó su demolición, pues el edificio tiene más pisos de los permitidos en la zona. Cabe mencionar que el edificio ya está habitado. El ayuntamiento ya reconoció que hay muchas construcciones que jamás debieron permitirse. Tampoco se salva el actual gobierno municipal, pues ha seguido la entrega de licencias irregulares, otorgadas por funcionarios que hasta hace unos meses se dedicaban justamente a gestionar obras de constructoras privadas.

Los medios han tratado el tema de forma amplia, documentando el tráfico de influencias que ha permitido toda esta corrupción. La periodista Mireya Blanco, de Notisistema, cubre el H. Ayuntamiento de Guadalajara y ha dado puntual seguimiento al caso.

Este lunes por la tarde, tras una rueda de prensa en Palacio municipal, fue amenazada por el representante de una constructora que quedó al descubierto tras la publicación de irregularidades en sus edificaciones. También advierte que irán contra los reporteros Sergio Blanco y Luis Herrera.

Aquí está la grabación:



Resulta lamentable que empresarios pongan por encima del interés público, del bienestar social de los habitantes de esta ciudad, su interés particular por lucrar. No les importa si hay afectaciones a terceros o si pasan por encima de la ley, lo que les interesa es el dinero. Y es aún peor cuando, lejos de buscar responsabilizarse y resarcir los daños, se enfrentan a la prensa que en beneficio principalmente de la ciudadanía difunde sus acciones truculentas.

viernes, 23 de julio de 2010

La ideología del Pasquín

Pasquín, según la segunda definición de la Real Academia española, es "diario, semanario o revista con artículos e ilustraciones de mala calidad y de carácter sensacionalista y calumnioso". Más o menos esa definición vino a mi mente cuando llegó a mi casa un periódico llamado Ícono. Fue hace un año, en tiempo de elecciones 2009. En sus páginas interiores sólo hablaba bien de Guillermo Martínez Mora, en ese momento candidato del PAN a la presidencia municipal de Zapopan. Publicidad, entrevistas, fotografías, opiniones favorables para el político. Pero lo que llamó mi atención fue que no se presentaba como una gacetilla, un volante o un tríptico creado por el equipo de campaña del mismo aspirante, sino como una publicación informativa sería.


Entré a internet y encontré la página de dicha publicación impresa. Había más números de semanas y meses anteriores, desde el año 2008, lo que eliminó mi primera teoría: que todo fuera una treta y dicho periódico no existiera. Otras ediciones de Ícono mostraban posturas a favor del Macrobús, del FOJAL, de diputados...

Rastree al editor de Ícono, Álvaro López, y descubrí que formaba parte de un grupo llamado Círculo de Periodistas de Jalisco; era el vocero. No conocía a ninguno de los integrantes. Ingresé al blog de la agrupación gremial y encontré muchos perfiles de otros periodistas que sí conozco, unos reales como Agustín del Castillo o Julio Scherer, otros ficticios como Peter Parker. En general, se mencionaba al periodista como un gran hombre y al periodismo como un gran oficio.

El tipo de información que encontré en Ícono no parecía coincidir con lo que escribiría un buen periodista como los que se presentaban en el blog. Me vinieron muchas preguntas: ¿qué sustento ideológico tiene alguien que exalta a periodistas de gran calado por un lado, mientras presenta información sesgada en favor de quien le compre publicidad por el otro? ¿cuál es la ideología del pasquín? Contacté al responsable, quien de buena gana aceptó una entrevista. Tuvimos una larga charla de más de tres horas, donde mediaron decenas de tazas de café.

Aquí pueden leer los resultados.

miércoles, 21 de julio de 2010

Sea solidario y pague la cuota universitaria...

Partidero - Proceso Jalisco
Felipe Cobián R.

Debido a la implantación de una “aportación solidaria” que las autoridades de la UdeG se sacaron de la manga para el próximo ciclo escolar, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) se generó inconformidad en la mayoría de sus más de 12 mil alumnos, que se niegan a cubrir los 300 pesos que les exige el rector Pablo Arredondo Ramírez. En una carta que se adjunta en la orden de pago de cada estudiante, el maestro Arredondo explica que la UdeG atraviesa una situación financiera difícil, por lo que el CUCSH “ha establecido el concepto de aportación solidaria para contribuir a tu propia educación”.

No obstante, en abril pasado, cuando un universitario solicitó una explicación pormenorizada de esa “cuota solidaria” mediante la Ley de Transparencia, (cantidad recaudada, número de estudiantes que la aportan, los gastos por realizar, entre otros datos), la coordinadora de Transparencia y Archivo de la Secretaría General de la UdeG, Merlín Grisell Madrid Arzapalo, respondió que “la petición es procedente”. Luego, tras un galimatías de argumentaciones que abarcan tres apretadas cuartillas, sólo respondió vagamente algunos puntos secundarios. En lo principal se fue por la tangente: “Me permito comunicarle que el concepto de cuota solidaria es inexistente, asimismo la información referente a dicho concepto”. Quien pidió la información, que debió hacerlo a nombre de un grupo de estudiantes, se quedó como el chinito.

De todas formas, se ignora en qué se ocuparán las bien ubicadas y arquitectónicamente presumibles edificaciones del CUCSH, las cuales más pronto que tarde se irán quedando solas por el desplazamiento de todas o la mayor parte de las carreras hacia el Centro Cultural Universitario, para justificar tamaña inversión en las instalaciones que son como la niña de los ojos del mandamás de la UdeG, Raúl Padilla López.
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Ese estudiante es nuestro compañero Omar, también conocido como Kisi, quien por este caso se ganó el apodo del "Transparencias McFly".

Más información sobre esta cuota solidaria "de ombligo" impuesta por Pablo Aredondo, en su entrevista en Notisistema con Laura Castro Golarte: aquí.


Se escucha mejor el podcast, pero si tienen problemas para consultarlo aquí les dejo la entrevista:

lunes, 19 de julio de 2010

Los hijos del Macrobús.


Siempre pasa a la misma hora y en el mismo lugar, tiene apenas un año pero siempre ha sido grande. En él pasan todos los pensamientos, lo aman y se ama, odia y se deja odiar. Hace unos 500 días que vio la luz por primera vez y sus padres piensan darle un hermanito, que sea siamés de preferencia, que en alguna parte de su cuerpo se conecten, para que sea solo uno por doquier.

El día que nació recordaron los momentos en que lo querían abortar, hoy tiene vida propia. Chicos y grandes lo alimentan cuando de sus bolsillos salen 6 pesos, los pequeños y los estudiantes aportan sólo la mitad. Le ha cambiado la vida a la ciudad, y sin querer, él también ha cambiado. Ya no huele a nuevo, tampoco sus puertas se abren con el mismo cariño con que los recibió por primera vez en marzo de 2009. Se extraña que la gente se asombre a lo nuevo. El macrobus se ha hecho costumbre.

El jueves pasado, cuando las ojeras se me hicieron maquillaje, y ya rumbo a mi casa, tome el camión vendido como tren ligero, en él los 3 niños que estaban acostados en el suelo me dijeron todo lo que tenía que saber sin decírmelo
-Yo también quería que mi papi viniera- le dijo uno al otro.
-pues es que mi papá se fue, ya no quería pegarle a mi mamá.

Levante la mirada del libro donde me encontraba, los mire. Los tres lucían harapos con figuras rojas en el pecho, seguro caricaturas que no conocí; también una mochila sucia donde recargaban la cabeza en el gusano que une los 2 vagones, y el más grande, si es que 7 años en la cara se puede llamar grande, término la frase:

-mejor así, nosotros trabajamos para llevarle de comer a mi hermanita.

Es hora de bajar, les pido permiso sin pisarlos, la puerta está a punto de cerrarse… salgo y me quedo parado queriendo no ser yo.

Pd.- El hermano azul está en amenaza de aborto, los más persignados quieren que el hermanito cuente su propia historia, ya tienen dinero para la cuna. Las personas que escucharán su lloriqueo todos los días a las afueras de su casa han sacado la pastilla que dice “semus opositodus 100ml” No quieren Macrobús, yo tampoco sé.

viernes, 16 de julio de 2010

Recomendación: ”El Tambor de Hojalata”.

"El Tambor de Hojalata" de: Günter Grass.

¿Contra quién?, qué sé yo: pieles rojas, cerezas, sangre de la nariz; contra la cresta de los gallos, o los glóbulos rojos a punto de concentración, hasta que un rojo acaparador de la vista entera se convertía en fondo de una pasión que, entonces como hoy, es tan compresible como imposible de definir, porque con la palabreja rojo nada se ha dicho todavía, y la sangre de la nariz no lo define, y el paño de la bandera cambia de color.

Y si a pesar de todo sólo digo rojo, el rojo no me quiere, vuelve su manto del réves: negro, viene la Bruja Negra, el amarillo me asusta, azul me engaña, azul no lo creo, no me miente, no me hace verde: verde es el ataúd en el que me apaciento, verde me cubre, verde soy yo y, si sol verde, blanco: el blanco me hace negro, el negro me asusta amarillo, el amarillo me engaña azul, el azul no lo quiero verde, el verde florece en rojo.

Fragmento pág. 175.

Si todos lo que no han leído este libro, tienen la oportunidad de buscarlo, pedirlo, comprarlo, ultrajarlo, o simplemente lo encuentran, léanlo.

Después de todo, perfectamente sé que un buen alguien me diría que mi fascinación por esta obra es un trauma similar a lo que me pasó con los (valientes, lo digo yo) ”Tres mosqueteros”, o con la (impresionante, lo pienso también yo) ”Guerra de las galaxias”, pero no, cuando fantasías ajenas te causan una fuerte impresión, a veces indeleble, siempre es diferente.

jueves, 15 de julio de 2010

San José del Pacífico

La altitud de las montañas.

Toca el suelo con sus pies desnudos, baja lentamente de la camioneta que lo llevó hasta ese lugar pues tiene un mareo solo explicado por la falta de costumbre de estar en altitudes elevadas, da las gracias al chofer, toma su morral de viaje y mira a su alrededor.

La niebla que cubre la superficie del suelo hace que las puntas de sus dedos sientan frío y que se sienta tal como si estuviera pisando algodón recolectado y esparcido en pilas por toda la tierra a su alrededor. Tras cinco minutos en la misma posición dejó de sentir los pies, entumecimiento a causa de lo helado del piso, entonces se decide, empieza a caminar.

Camina, o en realidad flota, sobre las nubes esparcidas, se dirige a un café, lo primero y más cercano que ve, bebe un té de limón; mira al interior del local, un sin fin de imágenes, esculturas, figuras de barro, arcilla, cerámica y tela: "la zona de los alucinógenos", le dicen al observar su estupor por verse rodeado de tan variadas representaciones de hongo.

Hace un saludo a una pareja sentada en sillas de madera, en silencio, fuera del café, éstos le responden calurosamente, y comienza a flotar en dirección del cerro; hay un camino que sube, todavía se puede subir más.

Viajando en dirección al cielo encuentra a su paso casas de madera pintadas con diversos colores, guajolotes destinados a la comida del día, niños jugando con la desnudez pura de su edad, mujeres lavando en el pilón comunitario, la iglesia con una explanada que da una vista panorámica de la región, es entonces que se da cuenta que ha subido más de lo que había pensado, caminar con el frío estimulante es, para él, mil veces más entretenido que soportar el sofocante calor, dado lo cual siguió su paso flotante.

El mareo se le va quitando a cada nueva ráfaga de viento que le llega a su rostro; tras una hora comienza a sentir un ligero cansancio en sus pies, un poco maltratados ya por la inobservable superficie que pisaban; recostose bajo un árbol a la orilla del camino, viendo el cielo blanco, y las aves que pasaban por entre las ramas, pensando que nadie las vigilaba a esa altura.

Reconoce algunas cuantas de aquellas aves: cenzontles, gorriones, petirrojos, azulejos de gran tamaño, verdines, canarios, pero también observa muchas que nunca ha visto, algunas con la cola más larga que su cuerpo mostrando colores que iban del verde al azul, por un momento cree que es un quetzal, pero era imposible por su tamaño; otros ofrecen un pecho amarillo que se logra divisar a través de la neblina y unas largas alas negras que les alzaban al vuelo; todos emiten sus sonidos sin recato, juntos forman una hermosa melodía mezclándose con las percusiones del viento golpeando la copa de los árboles y la rítmica casi imperceptible de los roedores que atraviesan el campo corriendo con sus patitas recortadas; disfruta de aquel melódico conjunto de ruidos, recostado aun sobre la hierba.

No sabe cuánto tiempo lleva en aquel sitio pero cree que es momento de continuar caminando, se eleva nuevamente sobre las nubes, que se han hecho más espesas que antes, observa al horizonte y éste comienza a perderse; el camino deja de subir e inicia un descenso, es lo más alto del lugar, lo más alto que jamás ha estado, al menos lo cree así en ese instante.

“Es momento de bajar”, se dice en voz alta, como para que la naturaleza que le rodea le escuche y le siga, no vaya a ser que decida quedarse en ése alto lugar temiendo algún peligro.

Así comienza la bajada por el mismo camino, la niebla comienza a subir cada vez más, las aves se fueron a resguardar del frío pese a su petición, mas ahora son nubes bien formadas las que le acompañan camino abajo, las toca con los dedos de sus manos, las aspira, siente su aroma a agua condensada y ríe junto con ellas, ríe como una nube a la vez que camina entre ellas.

Sin darse cuenta se encuentra de nuevo en donde comenzó a subir, autos pasan esporádicamente por la carretera, esa carretera que conduce a la costa y que para ello debe pasar por la Sierra, en la que tiene que subir para después bajar, dicho camino llega al punto más alto de la cadena montañosa, que es en el que él se encuentra, de esto se entera sin haber necesitado de los datos que se lo confirmasen.

Camina por la orilla de la carretera antes de que las nubes tapen la vista a los conductores, encuentra una cabaña de la cual sale un aroma que le atrae, entra y saluda con cortesía, le ofrecen una taza de chocolate, café y algo de comida.

Feliz de ese encuentro sale a sentarse en un balcón que da al vacío montañoso, los árboles muestran sus troncos, más abajo otros muestran sus copas, ve algunos mapaches y varias ardillas que van pasando de un lado al otro; las nubes que hace unos momentos le hicieran compañía le ven y lentamente inician un ascenso que las acerque a él.

Es buen momento, toma una pluma, papel y comienza a escribir; mientras escribe recuerda cosas, dibuja mapas, piensa en el cariño y bebe su chocolate; el sabor de esa bebida explota en su paladar con ese dulzor tan especial que nunca había sentido y jamás olvidará, aspira el vapor que sale de su taza de cerámica cristalizada, el aroma invade todo su cuerpo, el ligero calor que necesitaba, su cuerpo se ilumina en medio de la densa blancura.

Termina su chocolate molido y es tiempo del café, dulce olor a canela mezclado con el de la humedad del entorno, bebe y continúa escribiendo, las aves más aventuradas y nada temerosas del frío y del viento, continúan volando y cantando a su alrededor, el horizonte ya no existe, ahora todo es blanco, solo alcanza a distinguir sus extremidades, su propio cuerpo, la hoja llena de letras y el humo que sale de su taza.

Siente el aire frío por todos los poros de su piel, las nubes quieren entrar a su cuerpo y por eso comienzan a rodearlo; se levanta, camina hacia el precipicio, encuentra una escalera que da al bosque, baja, se encuentra otra vez sintiendo la tierra, piedras y pasto en sus plantas y en medio de sus dedos, algunas hacen cosquillas o tocan puntos muy sensibles que le hacen estremecerse; camina por entre los árboles, no sabe si se ha alejado mucho de la cabaña, pero se detiene al ver una gran mata llena de flores azules, moradas y blancas que miran hacia abajo, con pétalos largos, semejando campanas que son sostenidas por ramas verdes, la planta es tan grande que se puede ver el interior de sus flores con solo mirar hacia arriba, decide recostarse para inspeccionarla, siente la tierra por todo su cuerpo.

Unos chapulines saltan, un colibrí se acerca esparciendo con sus alas la niebla, el ave extrae néctar de las flores que está observando; siente que algo camina por sus brazos, se trata de un escarabajo, de color azul platinado, brillante, lo observa fijamente, se levanta y lo coloca suavemente en su palma admirando esa coraza tan brillante.

En ese momento cierra los ojos, en todo el trayecto no lo había hecho, pero en ese momento algo le lleva a ello, todo se vuelve rojo, con algunas manchas naranjas, todo se mueve y hace un movimiento para sentarse.

Dura así un tiempo indefinido, disfrutando las tonalidades y formas que su mente combina con tan alta estética, siente estar en el cielo, a una altura superior de la que en realidad se encuentra, ahora todo es azul con plata, cascadas suben entre filas de nubes que encandilan, todo hace un círculo y se pierde, se deja caer, sigue recostado; es imposible describir todo lo que en ese momento observó, con los ojos dirigidos hacia su interior, un giro de 180 grados de sus órbitas oculares; de repente, sin saber por qué, abre los ojos.

Su sonrisa es completa e irradiaba felicidad; sin saber cómo, encuentra el camino hacia la cabaña en que están sus objetos, los toma; la blancura se espesa, como puede observar.

Sale de la cabaña, la carretera ha desaparecido y no se ven seres humanos en las calles, un burro cargado y amarrado se da un festín con pastura que tiene cerca.

Sube por la carretera hasta el café que le dio la bienvenida en primer instante, pide té de limón, espera pacientemente la camioneta que lo lleva de nuevo por donde llegó a este lugar, da una vuelta con sus ojos a su alrededor, todo en el interior del local es igual excepto por la pareja que se encontraba sentada afuera; escucha el sonido de la camioneta, la ve acercarse, sube.

Mientras piensa en lo hermoso de todo lo que vio, pide la hora, no ha pasado mucho tiempo; sentado, solo le quedará una duda, si toda esa belleza que experimento en el viaje fue real, si de verdad estuvo ahí junto a él, o solo era un efecto primario o secundario de aquel hongo que le dieron a probar una mujer y un hombre indígenas, con preciosos vestidos típicos, ella de gran tocado, él con sombrero, sentados en madera afuera del café al que llegan todos los caminantes a ese alto territorio de la Sierra Oaxaqueña…

domingo, 4 de julio de 2010

La futura caída del PRI: días electorales en Oaxaca.

Llego a la ciudad de Oaxaca, capital del estado con mayor multiculturalidad de México, tomo un autobús que a mi percepción es miniatura; me guío por el sentido común por mi sentido común, bajo del camión, calles y banquetas se encuentran en buen estado, el centro debe estar cerca.

Comienzo a caminar por las calles que tienen una cuadratura que hace muy fácil guiarse por ellas, cosa a la que no estoy acostumbrado en Guadalajara y que agradezco pues perderse se vuelve difícil, aparecen a mi vista 5 casas de campaña y algunas lonas, son las 6 de la mañana.

Paso por entre las casas de campaña rumbo a lo que, fijando mucho la vista, parece ser una plaza y que después me entero que se trata del Zócalo; es hora aun de dormir pero al paso de mi maletita, a la cual le falla una ruedita y hace un tremendo ruido, se ven aparecer cabezas a izquierda y derecha asomándose de sus casas de acampar a ver a qué debe tanto ruido, hago movimientos con la cabeza como diciendo “vengo en son de paz”, me contestan con una seña igual, vuelven a recostarse en sus cobijas.

“Ulises y Eviel, ¿a quién creen que engañan?”, es lo primero que veo, plasmado en una manta, al llegar al Zócalo, alrededor incontables pancartas y graffitis con diferentes leyendas: “URO, eres un hijo de puta”, de las frases más repetidas alrededor del quiosco.



Me dirijo hacia un grupo conformado por 2 mujeres y 1 hombre que hablan entre ellos recostados aun en sus cobijas bajo las lonas color azul; “esto es normal, no se preocupe”, me dice el hombre de baja estatura, piel morena y ojos rasgados que parecieran no tener pestañas, con tono amable y risueño; le pido datos sobre como llegar a Miahuatlán de Porfirio Díaz, pues un letrero me revela que son de ese lugar, me los da y me trata de explicar las causas de dicho plantón, se trata de trabajadores de la CNTE, al final no comprendí la idea pero me quedó clarísimo que detestan la “nueva” Ley del ISSSTE; le doy las gracias y sigo con mi camino.

Salgo de ese mar incontable de pancartas, cobijas y lonas y divago a pie ligero sin rumbo, veo en las fachadas de las casas mucha publicidad y calcomanías de Gabinoo Cué, candidato a gobernador por parte de la Alianza “anti PRI” conformada por el PAN, PRD, PT y Convergencia. Fondo completamente blanco, la foto del ex alcalde de ésta ciudad y el peso que dan los logotipos de 4 partidos políticos abajo con el lema “Unidos por la paz y el progreso”.

Gabino Cué Monteagudo, senador con licencia, fue subsecretario de Comunicación Social en la SEGOB durante el mandato de Ernesto Zedillo;miembro del partido Convergencia y con el respaldo de tener una alianza entre la “izquierda” y el partido en el Gobierno Federal, se lanzó como candidato a gobernador, una opción para derrotar al Partido Revolucionario Institucional en su segundo bastión más importante en la República.

El PRI y su “Sigue a Eviel, gobernador de la transformación” aparece esporádicamente en algunas calcomanías, siempre rodeadas de otras con leyendas como “Reflexiona, otros 6 años serían 86” o “Si no votamos el PRI gana”.

Eviel Pérez Magaña, diputado federal con licencia, es gran amigo de Ulises Ruiz y de sus más fervientes adictos en la Cámara Baja del Congreso de la Unión por lo que el gobernador quiso premiarlo con la candidatura enfrentándose a la dirigencia nacional de su partido y quedándose con la soledad de su poder cuasi virrreinal.

Ante ese panorama del candidato oficialista pregunto a Luis, un joven oaxaqueño estudiante de Derecho en la Universidad José Vasconcelos (no quiso la UABJO porque los porros suspenden clases diario) que me ha acompañado las últimas horas en un recorrido por su ciudad natal; “El PRI no puede perder Oaxaca”, es lo primero con lo que me contesta.

De nuevo frente al quiosco tapizado de pancartas contra URO, Calderón y anexos, me dice Luis tajante “Gabino va a ganar pero no va a ser gobernador” y comienza a contarme cómo hace 6 años así sucedió: el ex gobernador José Murat y su aparato político hicieron un “fraude electoral” que beneficiara a su delfín Ulises Ruiz para ocupar Palacio de Gobierno; continúa con su relato “el PRI no puede perder esta plaza pues sería fatal para ellos en 2012”, cual si se tratara de un cártel del narcotráfico, no tal pero casi.

“Es que aquí en Oaxaca si el candidato no es del pueblo no gana, y mientras más del pueblo sea también es más bruto”, me señala un capitalino dedicado a la docencia; es destacable cómo los oaxaqueños (al menos con los que he tratado) hablan sobre ellos mismos con una perspectiva en que siempre debe estar presente la rijosidad y la brutalidad, al grado de que lo creen como algo genético, pero esto es tema de otra historia.

El día llegó.

4 de julio, el día de los comicios en 12 estados del país, entre ellas Oaxaca, mucho me advierten profesores de la Universidad de la Sierra Sur sobre los “machetazos y peligros” que se desatan en este tipo de fechas; tengo presente que puede ser una jornada difícil por lo que está en juego para aquellos a quienes perseguir el hueso se ha vuelto un empleo por el que se debe llegar hasta la muerte.

Salgo de mi hostal en Miahuatlán de Porfirio Díaz, doy unas vueltas por la pequeña placita y su pintoresco palacio municipal adornado con publicidad de Eviel, todo se ve tranquilo y con mucha gente acudiendo a las casillas electorales; me dirijo a comer unos tamales en hoja de plátano a contraesquina de la casa de campaña de la candidata a diputada por el distrito que aquí corresponde, “no joven, aquí siempre es muy tranquilo, en los pueblitos alejados, en el Istmo, allá sí con que usted mencione al otro candidato se arma la bronca”, me señala la mujer que me vende los tamales.

“El problema aquí es que no dejan al narco trabajar”, revira su esposo, “antes este banco hasta los sábados abría pues toda la gente tenía dinero para mandar”, me dice señalando el Banamex que está enfrente y continúa diciéndome que Felipe Calderón no debe atacar al nacotráfico pues es el que da de comer a los pobres de los pequeños poblados, como del que él viene, me afirma.

Me dirijo a la capital del estado, Zócalo y todo el centro se encuentra libre de los “maestros” que se manifestaban, me dicen que en la madrugada del viernes se retiraron todos, ya me lo decían hace una semana “se van a quitar dos días antes de las elecciones, nomás que les den su lana”.



Todo el día transcurre normalmente aquí en capital, recorro desde las zonas apartadas hasta el centro y no se ven luces de algún disturbio, lo único fuera de lo común es un auto compacto blanco con 5 jóvenes dentro agitando banderas de Convergencia y gritando “todos con Gabino”, “ya ganamos”, pero eso no es comparado con el surrealismo del proceso de campañas.

Entre la adaptación de canciones de banda sinaloense para promocionar a candidatos, el uso de la mascota del Mundial de Futbol Sudáfrica para la campaña del candidato a alcalde de Ocotlán de Morelos, discursos con promesas como “curaremos a las mujeres de cáncer”; los lemas: “más vale PRI trabajando que habladorers criticando”, “ ¿Se nota el trabajo?, con el PRI sí, con otros bla bla bla”; ésto frente a las campaña del PAN y PRD con “votar es mi respuesta a la violencia” muestra un poco más de civismo por parte del partido derechista y su alianza, independientemente de las ya famosas “guerras sucias” por parte del PAN y PRD y sus nada inteligentes presidentes nacionales, César Nava y Chucho Ortega.

No es ignorado el uso de programas sociales por parte del Gobierno Federal para apoyar a Gabino en su candidatura, de igual forma por parte de Ulises Ruiz para salir en ayuda de Eviel, es la clase política mexicana que busca el poder por el poder y que teniéndolo amarrado puede hacer lo que quiera con el dinero que del pueblo emana y que dicho poder da facultad de administrar; esto me hace pensar en los más de 100 municipios que elijen alcaldes por medio de usos y costumbres, ¿cómo será la vida ahí?, ¿qué tan viciado está el proceso de elección?, no lo sé pues nadie les pone atención y, no sabiendo yo de qué municipios se trata, no pude ir a verlo de viva presencia, (en realidad el no saberlo es una justificación pues no quiero recibir agresiones por meterme en lo que no me importa, esos machetazos de los que, de tanto que me los cuentan por acá, ya hasta escucho el ruidito del afilador cuando paso por zonas solitarias).

Ahora, de regreso en mi hospedaje en el Hostal del Sur en Miahuatlán, veo Milenio Televisión con su seguimiento especial de estas elecciones 2010, me encuentro a Carlos Marín despotricando contra Lorenzo Meyer, Carmen Aristegui y las alianzas opositoras al PRI; a Miguel Ángel Yunes atacando a Liébano Sáenz y a Grupo Milenio, a priístas anunciándose ganadores, a panistas haciendo lo propio en los mismos estados, y un circo que parecería ser eterno.

El PREP avanza lento, muy lento en comparación a otros estados y teniendo en cuenta que aquí cerraron casillas 1 hora antes, a las 5:00 de la tarde, puede ser que el aparato priísta tema dar los resultados finales, pues hasta ahora Gabino Cué lleva ventaja en el poco porcentaje de contabilidad que hay y en las encuestas de salida , o puede ser otra cosa, no lo sé, las palabras de tantos oaxaqueños con los que he platicado me dan vueltas por la mente, sobre todo las de “fraude” y “hartazgo”.

Lo que no olvido es a las 16 personas que abordaban el colectivo tipo Suburban que se dirige a éste sitio inmerso en la Sierra Sur llamado Miahuatlán, y su grito de alegría al escuchar por la radio que encuestas de salida dan por ganador a la Alianza Paz y Progreso para Oaxaca, yo no sé lo que es vivir aquí, se trata de una esperanza, y las transiciones siempre son buenas, en la democracia nunca será bueno el dicho “más vale malo por conocido que bueno por conocer”.



Tampoco olvido la escena que me recibió el segundo día de mi estancia en Miahuatlán de Porfirio Díaz:

Es el Comité Municipal del PRI, hay música de banda que aturde, una fila de personas, un payaso (de los de nariz roja) bailando reparte cajitas rojas que son botiquines médicos con la cara de Eviel Pérez Magaña; una mujer me mira, le sonrío y me dice “pues si te dan agarra”; tiempo después voy a comer a su puesto de tacos y tortas, ahora es ella la que me sonríe, la cajita roja está al fondo, junto a mí un montecito de publicidad y calcomanías de Gabino Cué; “más vale prevenir que lamentar, por si las dudas” ahora es ella la que me sonríe.

viernes, 2 de julio de 2010

O tú o ninguna

Día nublado, mal augurio.

Odio las despedidas. Quizás ella lo sabía y prefirió que nuestra última vez juntos terminara en una caricia, en una puerta que se cierra y nunca más se vuelve a abrir, y no con ojos de coraje, rabietas, gritos y llanto. Ahora nadie me ve, ya puedo chillar. No quiero chillar, mejor me pongo a escribir.

Sólo estuvimos juntos por dos años, desde el 15 de mayo del 2008. Mis planes iban más allá de hoy, mucho más. Ella de 35 y yo de 23, supuse que aún nos quedaba una larga vereda.

Una persona sensata no debe encariñarse con los objetos. Yo me encariñé con ella desde antes de tocarla, de pisarla, de sentirla. Quizás por eso nunca la consideré un objeto. Desde esa primera fotografía que nos tomamos, desde que me apoyé en ella y sonreímos a la cámara, la sentí parte de mí.

La Combi. Nunca le puse nombre, no era necesario. No una combi o mi combi, era La Combi.

Soy muy cursi... alguna vez pensé que La Combi debía ser como mi corazón. Grande, con las puertas bien abiertas para que entraran muchos, todos, cuantos quepan, apretados, en el suelo, en las piernas, de cabeza, donde sea, con tal de ir juntos. ¿A dónde vamos? A donde sea...

A muchos les tocó empujarla, irse caminando porque no quiso prender, por que se le acabó la batería, porque se le rompió la galleta. Muchos se rieron cuando la puerta rodaba por los suelos, cuando el volante se salía a medio camino, cuando intentábamos rebasar y nos echábamos para atrás porque a los 100 Km/hr parecía que iba a explotar, cuando se chamuscó por dentro y casi me mata.

Una tarde lluviosa Bo se puso muy mal. Tenía que llevarlo al hospital, pero a La Combi se le fregó el alternador un par de días antes. Me arriesgué a quedarnos parados en medio de la lluvia; cualquier riesgo era mejor a ver a mi abuelo sufrir y no hacer nada. Nos fue bien, no falló ni tantito. Esa tarde, cuando Bo se puso mejor tras regresar del hospital, fue la última vez que lo vi sonreir. En la parte de atrás se quedó el banquito que fue de su combi.

Conoció a todos los que quiero, y ella también los quiso, los aceptó sin dudarlo, los protegió y mimó. Se fue, en su repleta guantera, la colección de casettes caseros grabados con rock en español más grande que haya existido jamás.

Pero se quedan las noches oscuras. Se queda la carretera zigzagueante que baja al Faro, con los tacubos tocando "No me comprendes". Se quedan las calles del Cerro de las Ranas. Las caguamas destapadas. Las rondas escolares en las madrugadas. Los Circos Calles. Las mañanas del Negrito. Las mudanzas a Ajijic. Las voces emergentes de Mezcala. Los Tlajomulcos con sus aguas hirvientes de Cosalá. La Huerta en camión, porque el viaje irremediablemente era sólo de dos. Los cactus y nopales espinosos. Los Montones de Guajes...

Con ella se llevaron los planes de recorridos, las salidas truncas, las fiestas cebas, las tortas ahogadas para pasar el rato mientras Jacho la reparaba, los choquecitos, rayoncitos, SICARIO's, machucadas y toques.

Al final, todo valió la pena. De eso se tratan las relaciones, ¿no?, de voltear para atrás y poder sonreir.

No se si sea la delincuencia, no sé si una suerte de karma por lo que contaminaba. No sé por qué se la llevaron, no sé quién, no sé si vuelva. Pero sé que no volveré a tener otra.

O tú o ninguna.