domingo, 31 de octubre de 2010

Sobrevivir.

Mi piel se estremece y poco a poco va fluyendo la información, periodistas entrevistan a uno los habitantes de una finca afectada por dos granadazos en Zapopan, no sabe cuál pudo haber sido el móvil del crimen, lo que sabe es que hay miedo; se respira el temor en las calles de la ciudad, desde ese día ya nada sería igual.

Jueves 28 de octubre, las 19:00 horas, me encuentro en mi trabajo y escucho una nota que detonaría movilización del cuerpo político del estado para retóricamente armar una estrategia de seguridad; dos granadas de fragmentación fueron detonadas en el centro histórico de Zapopan, hay 5 heridos.

Jueves 28 de octuubre, 16:45 horas, en Jilotlán de los Dolores, Jalisco, a unos cuantos kilómetros de Michoacán, un grupo de 80 sicarios embosca a policías estatales ejecutando a 9 elementos, hay 1 desaparecido y 2 heridos; las autoridades señalan que fue una venganza del grupo delictivo La Familia por la detención de un sobrino del Jefe apodad La Tuta.

Miércoles 27 de octubre, 12:00 horas, 15 jóvenes son ejecutados en un autolavado en Tepic, Nayarit, por un grupo de sicarios.

Miércoles 27 de octubre, Tepito, Ciudad de México, 6 jóvenes son ejecutados, dice la procuraduría que se trataba de narcomenudistas.

Lunes 25 de octubre, trece internos del centro de rehabilitación El Camino en Tijuana son asesinados por un comando armado que irrumpió en el lugar con sus armas de alto calibre.

Viernes 22 de octubre por la noche, en el fraccionamiento Horizontes del Sur en Ciudad Juárez 14 jóvenes son asesinados y 20 más resultan heridos durante una celebración de cumpleaños, las autoridades federales se lavan las manos diciendo que los sicarios buscaban a un sujeto apodado “El Mouse” y que se les pasó la mano.

Viernes 29 de octubre, un grupo de 4 jóvenes nuevamente es ejecutado mientras hacían los preparativos de un bar nocturno que sería inaugurado al día siguiente, nuevamente un grupo de sicarios fue el culpable.

Viernes 29 de octubre, por la tarde un grupo de estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez realizaba una caminata por la paz, en exigencia de un alto a la violencia en su ciudad, un grupo de elementos de la Policía Federal tratan de detener la manifestación, se escucha un disparo, un joven de 19 años resulta herido en el abdomen.

El Gobierno Federal criminaliza a los jóvenes que son atacados por sicarios, criminaliza a los manifestantes y no le basta que la ciudadanía tenga un miedo terrible de salir a la calle cuando los narcotraficantes tienen el mando sino que se encarga de que tengamos más terror cuando sus agentes federales toman el control.

Cuando el Estado se convierte en el enemigo hay muy pocas cosas qué hacer, a quién recurrir si el garante de la seguridad se vuelve en el principal violador de las garantías individuales y de los derechos humanos.

Cuando al que debemos de exigirle cuentas por la violencia nos responde con más violencia, justificando la muerte de civiles con un simple “muertes colaterales” como si en su batalla interna los ciudadanos termináramos siendo un simple decorativo del territorio en disputa.

Desde aquel 28 de octubre para mí ya nada es igual, sentí el miedo con un ataque a menos de 2 kilómetros de donde me encontraba laborando, el centro de Zapopan, aquí, a solo media hora, el miedo ya no ha salido de mi cuerpo desde entonces, la indignación se ha convertido en eso, en un terror indescriptible que ni siquiera me permite respirar con confianza, cómo terminará esto, me pregunto, si yo no puedo hacer algo existo solo para esperar recibir un plomazo en mi abdomen cada mañana, cada tarde, cada noche que estos actos de violencia y represión se hagan presentes en mi entorno, en mi país.

jueves, 28 de octubre de 2010

Botella al mar para el dios de las palabras


Gabriel García Márquez

Ciudad de México (28 octubre 2010).- Previo a que el nuevo libro Yo no Vengo a Decir un Discurso, del colombiano Gabriel García Márquez, llegue a las librerías, te presentamos un extracto de uno de los 22 textos que integran la obra.



Zacatecas, México, 7 de abril de 1997

A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!». El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?». Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo y, con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.

Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual.

Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.

La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de Letras Hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países.

Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras que en la República del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados.

¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso? Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo XXI como Pedro por su casa.

En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, con los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y la jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima, ni confundirá revolver con revólver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas al mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años.

domingo, 24 de octubre de 2010

Este blog está de luto.




Poema de amorosa raíz


Antes que el viento fuera mar volcado,
que la noche se unciera su vestido de luto
y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
la albura de sus cuerpos.

Antes que luz, que sombra y que montaña
miraran levantarse las almas de sus cúspides;
primero que algo fuera flotando bajo el aire;
tiempo antes que el principio.

Cuando aún no nacía la esperanza
ni vagaban los ángeles en su firme blancura;
cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;
antes, antes, muy antes.

Cuando aún no había flores en las sendas
porque las sendas no eran ni las flores estaban;
cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,
ya éramos tú y yo.

Alí Chumacero (Nayarit, 9 de julio de 1918 – Ciudad de México, 22 de octubre de 2010 )

martes, 19 de octubre de 2010

La Guerra de los Insultos

La guerra de los insultos
Javier Sicilia

Para Tomás Calvillo

MÉXICO, D.F., 18 de octubre.- Para las lenguas antiguas –pienso en el sánscrito, en el hebreo o en el griego–, las palabras son sagradas. No sólo nombran las cosas, sino que hacen que las cosas sean, es decir, poseen un dinamismo y una fuerza vital que permite que su contenido se realice. Sólo existe lo que se nombra. La rosa, por ejemplo, sólo aparece en el mundo porque pronunciamos su nombre, porque le damos con él una existencia activa y un contenido. De lo contrario sólo sería algo sin significado, una realidad incognoscible, sumida en la oscura pasividad de su ser.

A pesar de que esa percepción ha desaparecido de nuestros conceptos lingüísticos, las palabras siguen teniendo ese peso. Ellas –lo sabemos aún los poetas y algunos filósofos y psicoanalistas– pueden liberar de la oscuridad y del laberinto interior el sentido, pueden poner fin a la soledad, establecer una unión de amor y cambiar el rumbo de una vida. Pueden también hacer lo contrario: humillar, destruir la vida de alguien y desatar una guerra. Las palabras, cosidas al pensamiento y al ser, se desprenden de la persona que las pronuncia para asumir una existencia independiente.

El libro de los Proverbios lo dice con el delicado sabor de la sentencia: “La vida y la muerte está en poder de la lengua, del uso que de ella haga tal será el fruto”. Con no menos delicadeza, Platón lo repite en otro contexto y otra cultura: “Entiéndelo bien, mi querido Critón, la incorrección en la lengua no es sólo una falta contra la lengua misma, hace también mal a las almas”.

Por desgracia, esta realidad de la lengua que ya no se enseña, ha llegado en México a grados de perversión tales que se ha convertido en una especie de babel a través de la cual no sólo puede decirse cualquier cosa sin responsabilidad alguna, sino que en el espacio público se ha degradado, como si no sucediera nada, al insulto, a la difamación, a la amenaza y a la banalidad.

El uso irresponsable de la lengua en nuestros políticos y en los medios de comunicación, está destruyendo la pequeña franja política que, en medio de la guerra y del Estado fallido en el que nos encontramos, aún nos queda.

Desde que Calderón, y quienes estaban decididos a destruir el ascenso político de López Obrador, tomaron la determinación de difundir por todos los medios a su alcance que era “un peligro para México”, la consecuencia fue, primero, la fracturación de la ciudadanía entre los que aceptaron creerlo y los que, con justicia, negándose a creerlo lo defendieron; después, la guerra contra el crimen organizado, el hundimiento del Estado y la violencia en la que estamos inmersos. Unas simples palabras de desprecio y de odio hicieron posible que el desprecio y el odio se instalaran en el país.

Hoy, cuando Felipe Calderón vuelve a decirlo, está empujando lo que queda de la vida política del país al terreno de una violencia sin retorno. Lo mismo puede decirse que hace López Obrador cuando continúa llamando a Calderón “espurio” y “pelele” o cuando el lenguaje del insulto entre diputados, senadores, comunicadores y prelados recorre el espacio público. Decir hoy que López Obrador es “un peligro” para el país y que sus seguidores son una “feligresía del odio”; gritar que Calderón es un “pelele”, vociferar “que el Estado laico es una jalada” es darle carta de ciudadanía a la violencia y al caos, es permitir que el lenguaje de la criminalidad y de la negación de lo humano se instale para siempre en la mesa de la política y de la vida pública, es aceptar que sólo podemos dirimir nuestra existencia como ciudadanos a través de esa palabra con la que el español de México define su barbarie: los chingadazos, es destruir en la conciencia de la ciudadanía lo poco que queda de dignidad en las figuras que la representan y cuya presencia debe ser la propuesta, el debate y la controversia, es decir, el diálogo y la presencia de la palabra como contenedora de sentido y de bien, de crítica y de verdad. Insultar, lejos de humanizarnos y de rehacer la realidad, la oscurecen, destruye el sentido, “daña –como señalaba Platón– las almas” y, trae, como lo muestra el libro de los Proverbios y la realidad en la que vivimos, frutos de muerte.

Quienes aún amamos este país, quienes aún tenemos un sentido del peso de las palabras, no podemos permitirlo. No se trata de hablar con un lenguaje light ni de utilizar la hipocresía del eufemismo –tan en boga en lo que se ha dado en llamar “lo políticamente correcto” de las democracias–, sino de negarse al insulto para, dados los problemas que nos rodean, entrar en el debate de contenidos, un debate duro, pero inteligente, crítico y a la vez propositivo. Si aceptamos que nuestros políticos continúen utilizando el lenguaje de la violencia y la descalificación, y nos contaminamos de él no contribuiremos en nada a los contenidos de verdad y de sentido que perdimos y que nos tienen en la irritación. En tiempos de violencia no necesitamos palabras nuevas, sino una relación grave y respetuosa con la lengua, es decir, recordar que las palabras pesan y se concretan en lo real, que del uso que de ellas hacemos tal es el fruto, y que únicamente el corazón dicta los verdaderos sentidos con el respeto y la firmeza que el amor produce, esos sentidos que pueden devolverle al país su voz profunda.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar todos los presos de la APPO y hacerle juicio político a Ulises Ruiz.

domingo, 17 de octubre de 2010

Por mi Pirata Madre... III

Alberto Ruvalcaba González, abogado del cardenal de Guadalajara Juan Sandoval, por tratar de defender al prelado de las palabras de Marcelo Ebrard (un simple "cavernal", en alusión a su pensamiento retrógrado) le da un "pedradón" al gobernador Emilio González (íntimo del purpurado) sin darse cuenta:

"...Digamos que cuando una persona desde el poder público se refiere de manera ofensiva y hace burla a un ciudadana quien sea el ciudadano esa persona que desde el poder público, insisto, insulta, es una persona que entonces actúa de manera déspota, que no se le puede considerar un estadista y mucho menos un demócrata, no es lo mismo hablar como cualquier ciudadano lo podemos hacer, hablar desde el poder público, cuando alguien ejerce agresión en contra de un ciudadano desde el poder público no es sino un déspota..."

Esto en una entrevista: versión estenográfica de Radio Red FM con Jesús Martín Mendoza

jueves, 14 de octubre de 2010

Boca arriba.

Lenta, lenta debe ser
Caer del suelo es imposible
Pues no hay a donde caer

Mi vida se fue con el matinal suspiro del que fuiste presa cuando partiste, esa mañana de otoño eterno se desvanece y regresa cada tarde, cada noche, en mi mente y mis recuerdos.

Fantasma, fantasma eterno
Subir al cielo es imposible
Para alguien que aún no ha muerto

Mi cuerpo levita entre el siniestro objetivo de mi mente por destruirlo, escapa, intenta, no puede dejar de sentirse mutilado, de sentirse descompensado, sufre , como si fuera separado de mi mente, como si mi cuerpo no fuera yo, sufro con él, sufrimos juntos, soy dos, soy uno, soy mi mente, mi sufrimiento; mi rencor, mi cuerpo, mi vida.

Nunca, nunca llegaré
La cobardía es mi defecto
Y la impaciencia me devora

Mi muerte espera, no llegaré, no llegará, la busco y la espero, no la encuentro y soy cobarde, no llega, mi cuerpo se resiste a perder contra mi voluntad, la eternidad me comerá y mi destino es jamás verte de nuevo.

Cuerpo, cuerpo inerte así
Como cuando bajo la luna
Su brillo se hacía perfecto

Mi amor escapó, falleció, se deshizo en la penumbra de la carretea oscura mientras el rocío de la mañana llenaba las flores de vida, se fue y las flores jamás brillaron, fue un día nublado.

Silencio, silencio en el entorno
Se escapa de las luces
El sonido se opaca

La muerte que te alcanzó a ti y la vida que no se va, me hieren; me atormentan y me taladran todos los días, mi mente, que crea un entorno, que imagina que tiene amigos, que tiene a alguien, la vida me expía con soledad perpetua.

Vida, vida boca arriba
Muerte inesperada
Vida de castigo


Alejandro Velazco

domingo, 10 de octubre de 2010

Por mi Pirata Madre... II

1. DE MI CAMPAÑA DE TERROR A LA TUYA HAY SOLO 22.700 MUERTOS DE DIFERENCIA.

Tiene sus defectos como cualquiera, creo que el mayor defecto es que hizo un daño terrible a México con su campaña de terror y de odio antes y después de las elecciones, que el primer damnificado de eso fue éL…porque la gente es sensata, hombre, y la gente tiene sentido común, a la gente no le gusta eso, le gusta a sus fanáticos, le gusta a un extremo superradical, le gusta a esta especie de feligresía del odio pero no le gusta al mexicano común que trabaja, lleva los niños a la escuela y quiere vivir en paz y tranquilidad

(Felipe de Jesús Calderón hablando sobre Andrés Manuel López Obrador en una entrevista de W Radio con Salvador Camarena)


2. DE CÓMO INTENTAR PASAR A LA HISTORIA COMO "FELIPE EL EGÓLATRA" PARA EVITAR SER "FELIPE EL PENDEJO" O DE CÓMO DAR PATADAS DE AHOGADO SIN CHARPEAR MUCHO

Si usted pensaba que vivíamos en un país con pobreza, con inseguridad y corrupción déjeme decirle que estaba equivocado.

Desde hace ya 4 años llegó el presidente que México esperaba para alejar esos problemas y muchos más: modestia aparte él mismo lo señala.

…pero siempre ha habido un constante ejercicio de ciertos sectores, Salvador, que pues no nos reconocen ningún mérito y que creen que todo lo que hago y todo lo que he logrado pues es fruto de la casualidad o fruto de factores que son totalmente ajenos a mí.

Mira, lo que yo quiero decirles pues piénsenle como quieren, piénsale como quieras pero la verdad es que yo me levanté de la lona dentro de la interna del PAN y gané, me levanté de la lona, yo tenía un adversario que tenía 4 años con un 80% de preferencia electora o de aceptación y gané y me ha tocado muchas adversidades y las he superado y las voy a seguir superando en México: La crisis de la Influenza, la propia violencia, la crisis económica, vaya, el año pasado la sequía, ahora las inundaciones, y algunos van a decir que es la misericordia de dios y la divina providencia, otros van a decir que me ayudaron los gringos y otros van a decir que qué casualidad y otros más...

No me importa que me reconozcan méritos pero como sea, haiga sido como haiga sido, vamos a salir adelante independientemente de que me reconozcan méritos o no”.



3. HAIGA SIDO COMO HAIGA SIDO SIGO SIENDO POPULAR.

“Ser presidente de la república sin poder hacer spots donde salga mi voz, mi imagen o si quiera mi nombre salvo 10 días al año y estar en los niveles finalmente de aceptación que ahora tenemos me parece casi, pues la verdad me parece satisfactorio, ahora sí que haiga sido como haiga sido, con spots o sin spots, ¿no? Pero de aquí al futuro me van a volver a retomar la frase”.


PD: Los datos de Conslta Mitofsky muestran un 54% de aceptación.



4. DE CÓMO LA VIOLENCIA Y LA INSEGURIDAD ES UN MITO URBANO.

Alejandro Garza y Garza, procurador de Justicia de Nuevo León, nos cuenta un poco de cómo la delincuencia organizada manipula a la opinión pública para poner a la ciudadanía en contra del gobierno:

“"…tratando de desviar un poco lo que es la atención en cuando a los mismos ataques que tanto la Marina como el ejército y la policía Federal preventiva han estado realizando.

Son eventos para llamar la atención y mostrarnos una falsedad de que todavía la violencia continúa aquí cuando se ha disminuído en gran parte”


(Alejandro Garza y Garza hablando del ataque con explosivos en el municipio de Guadalupe que dejó 15 civiles lesionados. Entrevista en Primero Noticias, 4 de octubre de 2010)


5. DE LA IDEOSINCRACIA DE LA SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES.

Al parecer el robo también o es un mito urbano o es algo justificado entre los directivos de la SCT.

“No puede, jurídicamente no puede haber robo de algo que es ajeno”.

(Gerardo Sánchez Henkel, director jurídico de la SCT, Entre Amigos, 100.1 Estereo Cien. 19:55)



6. DE CÓMO HAY DE TODO EN EL AYUNTAMIENTO DE GUADALAJARA.

En el cabildo tapatío no solo tenemos una regidora que cree que las mujeres son culpables de los golpes y maltratos que muchas reciben por parte de sus esposos, también tenemos a nuestro pedófilo de cabecera Gamaliel Ramírez Andrade, del PVEM, lo que en realidad quiere es al parecer la protección del cardenal Juan Sandoval.

“Hablaba de Checoslovaquia donde muchas jovencitas presentan y están en los stands posteriores vendiendo souvenirs y todo eso, y eso le da un atractivo muy especial a los grandes eventos... ahora pues ese concurso además les daría la posibilidad de muchos trabajos, hay jovencitas de 12, 11, 12, 13 años que ya parecen mujeres de 16, 17, muy bien dotadas, entonces ir generando esas oportunidades para que ellas se motiven”.


PD: El lado positivo es que busca oportunidades de empleo para las jovencitas bien dotadas, obviamente el será su principal cliente.

Para el relax

Tras una semana tan llena de cosas dignas de hacernos sentir furiosos con la clase política que gobierna este país y antes de que sigamos llenándonos de bilis con impotencia en nuestro cuerpo por lo que vendrá les dejo un muy buen video de las chicas CocoRosie (quienes vinieron a Guadalajara este viernes y cuyo concierto fue espectacular) ésto para que relajen, tomen un respiro y a lo que sigue.





Si quieren descargar esta rolita pinchar aquí

Disfruten.

sábado, 9 de octubre de 2010

Entre la pedofilia y la regiduría.

Gamaliel Ramírez Andrade, regidor del Partido Verde en el H. Ayuntamiento de Guadalajara, el mismo que ataca a homosexuales diciéndoles ano·rmales y que le toma fotografías con su celular a las curvas de la Miss Universo Jimena Navarrete, ha presentado 2 nuevas e importantes propuestas al Cabildo tapatío.

He aquí una pequeña nota en que presentan algo de su "currículum" y la importancia de dichas propuestas.





Cualquier parecido con el delito de pederastia no es coincidencia, si usted es dama, homosexual, periodista o ciudadano decente y lo encuentra en la calle no se acerque y llame al 066.

Como dijera un compa por ahí, "hasta que no le den un putazo".

PD: la mujer a la que éste señor le ve el trasero con mirada pervertida es la regidora del PRI Irma Alicia Cano.

viernes, 8 de octubre de 2010

¡Qué asco me dan los gays!



¡Qué asco me dan los gays!
Marta Lamas
Revista Proceso - 10 de Enero de 2010

La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, junto con el derecho a que adopten criaturas, ha desatado una andanada de respuestas críticas entre las que sobresalen las campañas de odio homofóbicas. Lo de los obispos era previsible, aunque no en ese nivel (el obispo de Aguascalientes, ignorando a Darwin, dijo: “Ni siquiera los perros hacen sexo con perros de su mismo sexo”). En la Ciudad de México, por lo que muestran las encuestas y la red de conversaciones, se ha alcanzado un nivel civilizatorio muy aceptable aunque no faltan los que sueltan frases del tipo de: “Yo estoy a favor de que las parejas homosexuales tengan derechos, ¡pero la verdad me da asco pensar lo que hacen en la cama!”

Hace tiempo la antropóloga británica Mary Douglas explicó, en su famoso libro Pureza o peligro, que el asco no sólo es una reacción biológica, sino que básicamente es una construcción humana: lo que nos da asco depende de nuestra percepción de las reglas sociales, o sea, de nuestra cultura. La homofobia es una combinación de asco, miedo y odio, pero como no es políticamente correcto sentir odio por los homosexuales, y como nadie acepta tener miedo (¿a la atracción?), el asco resulta ser el sentimiento que se manifiesta más frecuentemente. Se siente asco por aquellas personas a las que se desprecia (en ocasiones también lo provocan los políticos). El asco es el sentimiento despectivo cuya siguiente etapa es un rechazo muy activo.

El problema político con el discurso del asco es que deriva en prácticas excluyentes, incluso, represivas. La antropóloga peruana Rocío Silva considera que el asco es una forma de construir una “otredad”. Las fronteras entre lo que aceptamos y lo que nos da asco crean una división entre “nosotros” y los “otros”. Silva llama basurización simbólica a una forma de organizar al otro como elemento sobrante de un sistema simbólico. La Iglesia católica acepta únicamente la heterosexualidad reproductiva, y condena la homosexualidad como motivo de abominación. Así, el dogma católico, entretejido en la cultura mexicana, alienta la basurización simbólica de las personas homosexuales. Este tipo de asco “ideológico” genera no sólo rechazo a la otredad, sino también miedo teatral a la contaminación. Por eso, además de ver a lesbianas y gays como seres degenerados o anormales, se les considera peligrosos y se teme que “corrompan” a los demás.

Los seguidores del Vaticano no se preguntan por qué varios países han borrado toda referencia al sexo en los contratos matrimoniales ni indagan por qué se permite a parejas del mismo sexo adoptar. Desconocen que sociedades preocupadas por hacer efectivo el principio de no discriminación encontraron lo negativo que era normar la ciudadanía a partir de la vida sexual, y eso condujo a cambios legales para dar igualdad jurídica a la diversidad sexual. Contar con una legislación que explícitamente vea en la homosexualidad una conducta lícita ha sido un avance democrático indudable, aunque, como bien nos explicó el obispo Lozano Barragán, esa forma de amar impide llegar al cielo.

Ahora bien, la basurización simbólica que en nuestro país se hace de las lesbianas y los gays se apoya en la ignorancia cerril de quienes desconocen los planteamientos éticos y políticos, psicoanalíticos y antropológicos que han llevado a reformular el estatuto social y jurídico de la homosexualidad. En México amplios sectores de la población aún ven en la homosexualidad una degeneración asociada con pedofilia, pederastia y prostitución. Las patéticas muestras de intolerancia de los funcionarios del Vaticano en nuestro país y el asco “moral” que expresan algunos sectores de la población hablan no sólo del desprecio por los otros, sino también de su autocomplacencia: “Te agradezco, Señor, que no me gusten los vecinos o mis acólitos”, algo no pronunciado por Marcial Maciel.

La reciente reforma en el Distrito Federal, concebida como una acción antidiscriminatoria, no va a impulsar por sí sola una mejor comprensión sobre la sexualidad humana ni tampoco va a esclarecer cómo se construye la orientación sexual. Si bien la estricta aplicación del principio de igualdad obliga al debate público sobre el tema, es muy probable que la carencia de información científica al respecto haga que se ventilen prejuicios y opiniones personales.

Como las fuerzas conservadoras van a impugnar la decisión de la mayoría de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no estaría de más una discusión pública sobre el asco, la basurización simbólica, la discriminación y el principio de igualdad. Eso sí, habría que compartir un piso mínimo de conocimiento con una serie de lecturas básicas; por ejemplo, la de Mary Douglas. Ella explica que en muchas culturas lo situado en lugares inadecuados provoca asco. ¿Será por eso que las personas que piensan que las lesbianas y los gays que quieren casarse y tener una familia están “fuera de lugar” también suelen sentir asco?

¿Qué es lo opuesto al asco? ¿El amor, el respeto, la indiferencia? ¿Por qué hay gente capaz de decir: “Yo respeto que cada quién haga de su vida un papalote, pero me da asco pensar en dos hombres o dos mujeres ayuntándose”? No da asco lo que se respeta. Hay mucho sobre lo cual reflexionar y seguiré en mis próximas colaboraciones.

sábado, 2 de octubre de 2010

Por mi Pirata Madre... Bohemios. I

En estos tiempos de tirones y jaloneos entre la Universidad de Guadalajara y el Gobierno de Jalisco me quiero poner yo también en esa bonita moda.

En la carrera por la silla de Palacio de Gobierno los secretarios de Emilio han atacado en cuanto micrófono se les pone en frente a Raúl Padilla y a las empresas parauniversitarias, así tal vez agraden más a su jefecito y les vaya bien para la desginación como candidatos en el PAN. Pero estos cachorros no muerden solo al enemigo sino que también se muerden, disque jugando, entre ellos.


¿DÓNDE QUEDÓ LA BOLITA?


Yo me preguntaba de dónde sacaba información El Góber para denostar de tal forma al ex rector y asegurar tajantemente que hay desvío de recursos en la Universidad de Guadalajara.

En la 1ª emisión del noticiero de la estación de radio 1070 Radionoticias preguntan al secretario de Finanzas (léase como el que debe saber todo en cuanto a las arcas públicas estatales) sobre el desvío de recursos en la UdeG y el fundamento de dichas aclaraciones.


"JOSÉ LUIS DE ALBA GONZÁLEZ.: Yo le diría que hace un año y medio que fue la última (revisión a las finanzas de la UdeG), 2 años probablemente que me metí a ver las cifras y los motores de alimentación…

JOSÉ ÁNGEL GUTIÉRREZ: ¿Es aceptable que usted secretario de Finanzas hace 2 años no entre a revisar los recursos de la Universidad?

JOSÉ LUIS DE ALBA GONZÁLEZ: No, porque nosotros hacemos una administración, son autónomos, nosotros no tenemos que revisar, a la que le corresponde hacer una revisión es a los órganos que auditan, la Auditoría Superior del Estado y la Federación también en recursos que recibe de fondos federales".

El pobre hombre estaba tan ofuscado que no sabía qué responder, así que se la jugó, si ya tiene la furia de Emilio encima pues quien quite y se gane el cariño de Raúl, así que utilizó la ya vieja técnica de aventar la bolita, ¿a quién? Pues al primero que se le viniera a la cabeza.

"JOSÉ ÁNGEL GUTIÉRREZ.- ¿ quién le proporciona la información al gobernador como para que diga que la Universidad de Guadalajara está desviando los recursos públicos que deberían de ir a aulas, a escuelas, a movilidad y todo eso y que mejor va a negocios particulares de quienes manejan la universidad, quién le da esa información al gobernador?

JOSÉ LUIS DE ALBA GONZÁLEZ.- Pregúnteselo al gobernador, la Secretaría de Finanzas no, pregúntele al gobernador".

Su error fue que ese primero fue su propio Jefe, y luego por qué le pegan.


LOS MÁRTIRES DEL GÓBER.


"JOSÉ ÁNGEL GUTIÉRREZ: Cómo interpreta usted este golpeteo que está recibiendo de otros secretarios, a lo mejor no de uno, de 17... el secretario Fernando Guzmán le pega, el secretario de Educación le pega, ¿por qué?

JOSÉ LUIS DE ALBA GONZÁLEZ: Esa es una labor ingrata del de Finanzas, a final de cuentas nosotros pagamos las cuentas… El que a lo público se dedica que a lo público se atenga".

Y gritaba con sufrimiento .


Al Aire 1ª Emisión,, 1070 AM. Versión estenográfica 30 de septiembre de 2010

Del Gobernador empedernido que tenemos

Hace show Emilio en casa de Padilla
Acusa de mafiosos a ex Rector y a Tuirán; arremete también contra Ramírez Acuña

REFORMA / Redacción

Guadalajara, México (2 octubre 2010).- El Gobernador de Jalisco, Emilio González, arremetió contra Raúl Padilla; el subsecretario de Educación, Rodolfo Tuirán; el ex Mandatario Francisco Ramírez Acuña, y el Alcalde tapatío, Aristóteles Sandoval, y los acusó de estar coludidos en su contra y tratar de afectar sus aspiraciones al 2012.

El desplante de González ocurrió la noche del pasado martes 28 en la víspera de la marcha universitaria en Guadalajara. El Mandatario irrumpió en la casa de Raúl Padilla y, en aparente estado de ebriedad, le reclamó al jefe político de la Universidad de Guadalajara (UdeG) el ser parte de una mafia que atenta contra el Gobierno jalisciense.

Acusó también a Tuirán de integrar "la mafia", y a Ramírez Acuña -su compañero de partido- y a Aristóteles de afectarlo rumbo al 2012. Emilio estuvo durante tres horas en la casa de Padilla y fue "rescatado" por el secretario de Gobierno, Fernando Guzmán, quien tardó más de 130 minutos en parar el desplante.

Todo empezó a las 10:45 de la noche del martes. Raúl Padilla, el jefe político de la Universidad de Guadalajara, había convocado en su casa a una reunión preparatoria de la marcha que realizarían la mañana siguiente estudiantes y trabajadores en reclamo de subsidio.

La reunión estaba en sus últimos momentos y acompañaban a Padilla el director del Hospital Civil, Jaime Aguilar; el ex diputado federal, Tonatiuh Bravo; la directora de Preparatorias, Ruth Padilla; el secretario general, Alfredo Peña, y el vocero de la Universidad, Rogelio Campos, entre otros.

De repente se escucharon golpes en la puerta, que subían de intensidad. Padilla se acercó, mientras algunos de sus acompañantes acudieron a observar, desde uno de los monitores de la cámara de vigilancia, para percatarse quién tocaba.

Por el monitor se distinguía la figura del Gobernador de Jalisco, Emilio González. Afuera, el Gobernador gritaba: "¡Abran cabrones, no se hagan!".

Padilla abrió y el Gobernador ingresó al domicilio del ex Rector. Emilio hizo chistes y comentarios sobre si Padilla estaba bebido. "Yo no. Tú sí", le replicó el universitario. "Así opero", dijo rápido Emilio. "Yo calzo grande y ancho", dijo el Gobernador a risotadas.

Primero fueron bromas y luego reclamos. Emilio pidió beber tequila y se dirigió a un sillón ancho para sentarse. Padilla se sentó junto a él.

Quien llevó la voz fue el Gobernador, pero en un momento de tensión, el jefe político de la UdeG le increpó molesto. Después, hablaron en secreto y a solas.

En aparente estado de ebriedad, Emilio González le dijo a Padilla: "ustedes son una pinche mafia; tienen gente en todas partes. Ese pinche (Rodolfo) Tuirán es parte de la mafia". El Gobernador se refería al subsecretario de Educación Superior, quien ha llevado negociaciones con el Gobierno estatal para la liberación de los recursos. Emilio lo ha culpado de retener el dinero federal que debe recibir la Universidad.

Brincando de un tema a otro, González ironizó sobre la marcha que realizarían los universitarios.

"Me voy a divertir mucho, me voy a reír mucho. No van a juntar a más de 20 mil", decía. Padilla contestó: "dame un millón de los que nos deben por cada mil que vayan a la marcha".

El Gobernador espetó: "No te tengo miedo, Raúl". Y luego desafió: "¿quieres un amigo? Soy amigo, el mejor amigo, pero si quieres guerra, pues va a haber guerra. Yo le atoro. No sé ser enemigo, pero voy a aprender. Atrás de este asunto está golpearme y ayudar al PRI en el 2012".

González llegó acompañado de dos guardias personales. Uno de ellos, conciente del estado en que se encontraba su jefe, llamó al secretario de Gobierno, Fernando Guzmán, para que acudiera a "rescatar" al Mandatario. Guzmán llegó aproximadamente a las 11:30 de la noche. Trató de atemperar ánimos y desvió conversaciones para evitar que el Gobernador se comprometiera más con sus comentarios.

"Raúl, tú eres un cacique, un mafioso. No tienes llenadera. Todo mundo te lame las botas y yo no me voy a hincar, no te las voy a lamer", insistió el Gobernador. Luego le dijo que Padilla hacía alianzas con Francisco Ramírez Acuña, diputado panista y ex Mandatario jalisciense, y con Aristóteles Sandoval, Alcalde de Guadalajara, para perjudicarlos en sus planes del 2012.

Al final, sobre la 1:45 de la madrugada, González se fue del brazo de Guzmán. Padilla le regaló una botella de tequila que primero resistió el Mandatario, pero después la sujetó y pegó a su pecho para despedirse con una amplia sonrisa.

Luego de abandonar la casa de Padilla, ubicada en la Colonia Vallarta Poniente, Emilio González envió mensajes de texto por su teléfono celular a algunos allegados.

"Estoy en casa de Raúl Padilla y vine a decirle sus verdades". El mensaje despertó a varios de sus allegados que lo recibieron con sorpresa.

viernes, 1 de octubre de 2010

Claves villorescas para escribir una historia.

Detective Edipo
Reforma
Juan Villoro
1 Oct. 10

Los acontecimientos piden ser narrados. Aunque alguna secta postula que lo decisivo perdura en secreto, la chismosa mayoría juzga que lo importante tiene que saberse. Una vez superado, todo cataclismo se convierte en relato. Nadie sobrevive en silencio.

Para no exagerar con ejemplos límite (la guerra, el exilio, la orfandad, el accidente natural), pensemos en algo común: la antesala del médico. Ahí acudimos al alivio de la ficción. Mientras aguardamos nuestra historia clínica, imaginamos otra que la mitigue.

Los consultorios disponen de revistas sobre las minucias biológicas de las celebridades. Si la necesidad de evasión es mediana, podemos matar el tiempo leyendo sobre los estragos del bótox en un rostro de icónica belleza. Pero si llevamos en el bolsillo el acuciante resultado de un laboratorio, requerimos de una evasión más fuerte. Para "pensar en otra cosa" nos contamos un relato, algo que permita olvidar los glóbulos blancos.

En los consultorios cristaliza una narrativa de emergencia que por desgracia sólo ocurre en la cabeza de los pacientes y se borra al saber que los síntomas eran benignos o el diagnóstico fatal.

La lectura cautiva de ese modo. El flujo del acontecer se suspende hasta que regresamos al sitio donde misteriosamente estamos vivos y no hemos pagado el teléfono.

¿Qué determina una buena historia? Un elemento decisivo para garantizar el interés es el sentido de la consecuencia. E. M. Forster lo explica con misteriosa claridad en "Aspectos de la Novela". Si alguien dice: "murió el rey y luego murió la reina", estamos ante una anécdota, es decir, ante una circunstancia peculiar que revela la pobre higiene de la casa real. En cambio, si alguien dice: "murió el rey porque murió la reina", estamos ante una historia. El poderío de las consecuencias: una cosa ocurre porque sucedió otra. Los mejores cuentos sorprenden de manera lógica; el desenlace resulta inesperado y al mismo tiempo es congruente con lo que había pasado antes y con la psicología de los personajes.

En su cuaderno de notas, Chéjov esbozó un cuento. El tema es sencillo y perturbador: un hombre va al casino, gana una fortuna y se suicida. Lo normal sería que, al saberse millonario, fuera feliz y se vulgarizara bebiendo champaña. ¿Qué lleva a un hombre a matarse por triunfar? Establecer el vínculo, la lógica, entre el éxito y el castigo permitiría escribir el relato. Chéjov dejó esa asignatura pendiente.

Una historia lograda depende de cierta contradicción entre la acción y las emociones de los personajes. Todos hacemos cosas raras. Sin embargo, sólo damos con una historia cuando el desacuerdo entre el sentimiento y la conducta tiene una causa interesante. ¿Por qué se mata el hombre que ganó? En el sentido de la consecuencia está la historia.

En 2003 ó 2004 escuché una conferencia de Alain Robbe-Grillet en la que hizo una observación reveladora. Se declaró discípulo de la novela policiaca, no en la escuela de Poe, sino en la de Sófocles. De pronto, el gran trágico del siglo 5 a. C. regresaba con la gabardina y la cara desvelada del detective.

En toda historia policiaca hay un investigador, un culpable y una víctima. Sófocles demostró que estas tres figuras pueden ser la misma persona. Edipo se considera víctima de un delito, investiga las causas y descubre que el culpable es él mismo.

Toda historia puede pasar por tales fases. No necesita tratarse de una trama policiaca; puede ser una indagación del dolor o de un enigma existencial. Lo primero que una gitana le dice a la persona que le lee la mano es: "usted ha sufrido mucho". ¿Quién se atreve a contradecirla? La frase otorga verosimilitud a la adivinación: todos sufrimos mucho. Edipo arranca en ese punto; se sabe víctima.

Para que haya relato debe buscarse algo; la trama es una línea de investigación. Edipo indaga un crimen. Al hacerlo, descubre una parte de su vida que le había sido ocultada. El resultado es terrible. Descubre que la mujer con la que tiene hijos es su madre. Ella se suicida y él se saca los ojos para dejar de ser testigo de lo que ha averiguado hasta la aniquilación. Sin llegar a ese nivel, todo relator es "culpable" de literatura; interviene en lo que cuenta, no puede ser ajeno. Narrar es un atrevimiento: el relator advierte que su participación en lo acontecido es más determinante de lo que pensaba.

En "Antígona", Sófocles dramatiza la tensión entre la conducta pública y la privada: la protagonista desea celebrar los funerales de su hermano, enemigo de la ciudad. Sus emociones son tan genuinas como las de la época. Ambas se oponen. En "Edipo Rey" esta encrucijada es interior. La moral pública y la pasión íntima chocan dentro del personaje.

Los impulsos, las corazonadas y el azar producen acciones cuya lógica es retrospectiva. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? Una emoción profunda, un recuerdo, un deseo de reparación nos lleva a actuar así. En efecto, reaccionamos de manera extraña. Más extraño aún es que eso tenga explicación, historia.

Fue lo que aprendió Edipo, primer investigador privado.