lunes, 21 de febrero de 2011

La Comunicación ha fracasado






Pero a pesar de la abandonada plaza de la Comunicación, el centro de Tlaquepaque está cada vez más hermoso. Se recomienda llegar los domingos en la mañana a través de la Vía Recreactiva.

martes, 8 de febrero de 2011

LONSTEIN ON MASTURBATION

...cosa que no ocurre con la masturbación en la que incurre todo el mundo pero que sólo entra en el lenguaje como tema de fin de infancia.
-¿Pero vos realmente crees en eso de que todo el mundo?
-Seguro que lo creo, casados o solteros me da igual. Apenas la pareja se distancia por cualquier razón momentánea que va de un viaje a una gripe rebelde, la mayoría se la menea, y en cuanto a los célibes no necesitas anécdotas de cuartel o de calabozo o de dormitorio de marineros para saberlo, vos mismo podés hacer tu Kinsey de bolsillo, pregúntale a las mujeres de tu confianza si cuando están solas antes de dormirse no se pasan un poco el dedito, te van a decir que sí porque es menos aparatoso que entre nosotros y porque decirlo no afecta su buen nombre y honor mientras que de nuestro lado admitir que por lo menos alguna vez nos masturbamos desviriliza moral y personalmente al que lo dice o al que se deja sorprender, y la idiotez está justamente en eso, en lo que va de hacerlo a admitirlo, en seguir haciéndolo bajo el tabú, y así pasa que cada uno es de nuevo Onán cuando Judá le dice que se acueste con la mujer de su hermano para darle una falsa posteridad, y Onán se niega porque sabe que sus hijos no serán reconocidos como suyos y se masturba antes de acostarse con la cuñada, cosa que técnicamente debe haber sido en realidad un simple coitus interruptus, y entonces Jehová le tira la bronca y lo aniquila; ahí está la cosa, que Jehová se rechifla y lo fulmina, desde entonces llevamos eso adentro, el coitus interruptus nos parece perfecto pero la masturbación es el tabú Onán y entonces la idea de que es mala, que es vergonzosa, que es un terrible secreto. De todo eso, dijo Lonstein respirando como si saliera dei fondo del Maelstrom, yo he hecho una considerable obra de arte, una boex y una técnica que no creo que muchos dominen porque como se masturban bajo el sentimiento de culpa lo hacen primariamente y por necesidad momentánea, como otros van a acostarse con las putas, sin un refinamiento de actividad sexual autónoma y satisfactoria. El erotismo de la pareja ha dado esa literatura que duplica, refleja y enriquece la realidad a que alude, la dialéctica fascinante entre hacer el amor y leer cómo se lo hace; pero como a mí no me funciona la pareja y las mujeres me salen aburridas en todos los planos, he tenido que crear mi propia dialéctica onanista, mis fantasías todavía no escritas pero tanto o más ricas que la literatura erótica.
-¿Nada menos?
-Nada menos.
-En fin, cuando yo me masturbaba a los quince o dieciséis años lo hacía imaginándome que tenía en los brazos a Greta Garbo o Marlene Dietrich, cosa que como ves no era una pavada, de manera que se me escapa el mérito especial de tus fantasías.
-No es tanto por ese lado, aunque también admite desarrollos más vertiginosos de lo que te imaginas con tus Gretas o tus Marlenes, pero lo que cuenta es la ejecución, y en eso está el arte. Para vos la cosa es una mano bien empleada, ignoras que precisamente el primer peldaño hacia la verdadera cúspide del fortrán consiste en la eliminación de toda ayuda manual.
-Ya sé, los accesorios, las muñecas de goma, las esponjas bien tratadas, las quince utilizaciones de la almohada según Herr Doktor Bahrens.
-¿Y por qué te pones tan petulante? También las parejas imaginativas usan accesorios, almohadas y cremas. Heredia andaba mostrando ese manual de posturas que trajo de Londres y que realmente está muy bien; si yo tuviera recursos y sobre todo ganas, editaría un manual de técnica masturbatoria y ya verías las posibilidades sin hablar del beséler, pero en todo caso te las puedo decir.
-Me voy, che, es tarde.
-En otras palabras, que no me querés oír.
-Es que me aburrís, pibe.
-Cabrón, dijo Lonstein, yo creía haberte dado a entender por qué te hablaba de esto.
-Te sigo, viejo, te sigo, pero lo mismo me voy.
-Cabrón, cobarde, vos y todo el resto; y después quieren hacer la revolución y echar abajo los ídolos del imperialismo o como carajo los llamen, incapaces de mirarse de veras en un espejo, rápidos para el gatillo pero mierdosos como un helado de frambuesa...

La salud está en la tierra.



Mi madre recordando sus tiempos de yerbera.