Crocknicas marcianas
Joselo
Petróleo
Nací en Minatitlán, Veracruz y el olor del chapopote y el azufre que despedía la refinería de petróleo de ese lugar me acompañó toda mi infancia. Mis hermanos y yo nacimos ahí, pues mi padre, regiomontano hecho y derecho, consiguió una chamba en Pemex, en la refinería de Mina.
Supongo que mi madre estaba muy enamorada de él, pues en Minatitlán hace un calor húmedo de los mil demonios, es una ciudad pequeña perdida en la selva, que se inundaba cuando el río Coatzacoalcos desbordaba en tiempo de lluvias. Sólo el amor a mi padre y luego a sus hijos, debió mantenerla en un lugar tan diferente a donde nació, Michoacán.
Desde la colonia petrolera en donde vivíamos se alcanzaba a ver un fuego perenne, que nunca tuve idea de su función, pero que a nosotros nos servía para saber el lugar donde trabajaba nuestro padre sin horario fijo: la refinería General Lázaro Cárdenas.
Yo era muy pequeño, pero tengo la sensación de que mi padre entraba y salía de la casa a horas imprevistas. Traía el uniforme de los trabajadores de Pemex, camisola y pantalones color caqui. En la cabeza, que ya por esa época se estaba quedando sin pelo, traía un casco de metal con el que mi hermano y yo jugábamos cuando nuestro progenitor estaba comiendo.
Mi padre había estudiado ingeniería química y supongo que siendo ingeniero con título profesional no tenía que mancharse las manos como lo hacía. Tengo la teoría de que le gustaba entrarle de lleno a las máquinas manchadas de chapopote, verificar in situ que las cosas marcharan bien.
Yo no sé si mis hermanos sabían que en algunas ocasiones mi padre estaba en peligro. Yo no me daba cuenta. A lo mucho veía preocupada a mi mamá, pero no sabía por qué. Ahora lo sé: las refinerías y las plataformas petroleras son como bombas de tiempo en donde, como dice José Alfredo Jiménez, “la vida no vale nada”.
Ahora que aparece en las noticias un derrame en las costas de Luisiana, EU, me vienen muchos recuerdos.
Qué triste que una tragedia de esa magnitud me lleve de regreso a la infancia. Pero la mente tiene caminos misteriosos.
Recuerdo un día haber estado en la playa de Coatzacoalcos, la ciudad costera más cercana a Minatitlán, y ver cientos de peces muertos en la arena. Mis hermanos y yo nos dedicamos a juntarlos en un montículo, igual que todos los niños que andaban ese día en la playa ¡Qué divertido! ¡jugar con peces muertos! No nos podíamos meter al agua pues el mar con cada ola traía una capa de aceite y petróleo que luego teníamos que quitarnos en casa con estopa y gasolina. ¿por qué ese espectáculo tan macabro? ¿Por qué se habían muerto los peces? Algún barco tiró petróleo, decía mi padre. Imagínense, sólo era un barco y mataba cientos de peces ¿qué no hará esta nueva mancha de petróleo?
El derrame que pronto llegará a la costa de EU afectará a más de 400 especies animales que habitan en las playas. Todos los ecosistemas se verán afectados por este accidente. La forma de resolverlo, quemando el petróleo derramado, es una solución que también acarrea destrucción.
No sé cómo resolverán, o tratarán de disminuir la destrucción que la mancha va a generar, no sólo en las costas de EU, sino de rebote en las playas de México. ¿Cómo no vamos a pensar que el fin del mundo está cerca? Con nubes de ceniza y terremotos por todos lados, la mancha de petróleo suma a la sensación de que algo raro está pasando.
Qué fácil resulta señalar culpables, despotricar de las megaempresas que manejan el petróleo o que en este caso, por un accidente afectan a nuestro planeta y al mutndo entero.
Pero, ¿quién está dispuesto a dejar su coche (que se alimenta de ese petróleo) y empezar a pedalear una bicicleta? Pocos. Una mancha más en la ya funesta historia de lo mal que tratamos a nuestro planeta.
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Para completar la crónica de Joselo (guitarista de Café Tacvba para el que no sepa) les comparto la hermosa Trópico de Cáncer, del disco Re (1994), toda una Ficción Total musical.
Y sí, ya me voy a comprar una bici.
2 comentarios:
"De acuerdo con información difundida por la agencia Reuters, la compañía responsable del derrame contrató a una ex funcionaría del Departamento de Energía (DOE, en inglés) de Estados Unidos para apuntalar su campaña mediática y con ello tratar de limpiar su imagen."
No gastan en solucionar el problema pero ah cómo sí lo hacen en limpiar su imagen; claro que es muy fácil echar la culpa a las mega empresas y es porque ¡es su culpa!
Les recomiendo el documental "La era de la estupidez" que trata sobre el cambio climático y sobre el petróleo en la sociedad..
En vivo: http://www.youtube.com/watch?v=LuqLkUI7QRI&playnext_from=QL
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