domingo, 7 de noviembre de 2010

El hombre no sólo viene del mono

La Gaceta- Ciencia & Seguido

Y antes del mono… ¿qué?
Margarito Mora-Núñez

Una de las preguntas frecuentes, alrededor del tema de evolución humana, es: ¿venimos del mono? La teoría evolutiva nos plantea que todos los seres vivos provenimos de un solo tipo de ser inicial (o algunos pocos tipos), y esto se sustenta en que el código genético de la totalidad de los entes biológicos funciona sustancialmente de una única manera, y que este tronco inicial de vida se ha ido ramificando al transcurrir el tiempo geológico.


La vida surgió en la Tierra hace unos 3 mil 800 millones de años, posiblemente en pequeñas charcas. A este nivel, nuestras formas ancestrales se reducían a pequeñas células, a penas organizadas, que podrían compararse a las bacterias actuales que soportan condiciones ambientales extremas (altas temperaturas, gran alcalinidad, punto de congelación, etcétera). Permanecimos de esta manera por algunos cientos de millones de años.
Hace alrededor de 2 mil millones de años surgieron nuevas maneras de organización celular; el material genético se protegió en el núcleo por una membrana y se adquirieron algunos organelos —quizá por medio de una relación simbiótica—; de esta manera surge lo que se conoce como célula eucariótica, el tipo celular de lo que están constituidos la mayor parte de los seres vivos incluidos los humanos.
Sobre los siguientes mil 400 millones de años se sabe muy poco, pero en ese transcurso se incrementó la complejidad y aparecen los primeros animales pluricelulares. Por primera vez en la historia, un ser vivo está compuestos por más de una célula. Éste es el camino que seguimos los humanos.
Hace unos 600 millones de años, existían pequeños animales con tentáculos a manera de una flor, que vivían adheridos al fondo marino alimentándose de materia suspendida en el agua. Es difícil imaginar que éstos sean nuestros ancestros, sin embargo las modernas teorías acerca del origen de todos los vertebrados proponen como forma ancestral a estos animalitos filtradores sésiles.
El siguiente paso se dio cuando las larvas de este ser tentaculado retuvieron su capacidad de desplazamiento hasta el estado adulto, algo que en lenguaje técnico se denomina neotenia, y de esta manera surgiría una especie de gusano de vida libre, que poseía una varilla esquelética interna, precursora de la columna vertebral. En los mares del periodo Cámbrico (hace unos 530 millones de años), los humanos éramos entonces pequeños gusanos con esqueleto interno que debíamos nadar con rapidez para evadir a los depredadores.
Otro paso de nuestra evolución se dio cuando esta varilla interna se sustituyó por la columna vertebral, cuya función es similar, pero permite una mayor flexibilidad. En este momento éramos ya pequeños peces filtradores sin mandíbula que evadíamos, cuando era posible, el ataque de gigantescos escorpiones de mar.
Con el posterior desarrollo de la mandíbula nos convertimos ya en depredadores de otros organismos y esto aceleró un poco la evolución. Algunos de estos peces mandibulados vivíamos en aguas dulces, en charcas que se secaban debido al cambio estacional; esto hizo posible el desarrollo de pulmones que nos permitieron sobrevivir en condiciones de falta de agua. Además, desarrollamos aletas pectorales y pélvicas fuertes, que al paso de tiempo se convertirían en las primeras patas; una vez logrado esto, pasamos de pez a anfibio y comenzamos a conquistar los ambientes terrestres continentales. En este momento, los humanos y todos los vertebrados que poseemos cuatro extremidades, compartíamos un ancestro con forma de salamandra y que habitaba los primeros bosques de la historia.
En los bosques del Carbonífero (350 millones de años), compartíamos el mundo con arañas, insectos y ciempiés gigantes. En este ambiente se dio otro gran paso en nuestra evolución: el desarrollo del huevo amniótico, es decir, una estructura que permitió que la reproducción se independizara de los cuerpos de agua (como lo hacen los anfibios actuales). Fue así como surgieron los reptiles y, entre ellos, nuestros ancestros. Los reptiles prosperaron en tres líneas básicamente, y una de ellas es la nuestra, los denominados “reptiles mamiferoides”. Estos reptiles darían origen a los mamíferos hace unos 225 millones de años, y ya como mamíferos permanecimos a la sombra de los dinosaurios los siguientes 160 millones de años. Durante todo ese tiempo teníamos forma de pequeña musaraña y éramos de hábitos nocturnos.
Hace 65 millones de años, un evento aún no determinado del todo, exterminó al 80 por ciento de las formas de vida, incluyendo a los dinosaurios, reptiles voladores y marinos. Este acontecimiento permitió que los mamíferos nos desarrolláramos y tomáramos los nichos que los grandes reptiles dejaron atrás. Muchas nuevas líneas evolutivas de mamíferos surgieron como los caballos, rinocerontes, ballenas y elefantes, y entre ellas la nuestra: los primates.
Los primates nos adaptamos a la vida sobre los árboles, desarrollamos manos prensiles y vista en tercera dimensión. Reconocemos los colores, lo que nos permitió discriminar desde la lejanía los frutos verdes de maduros. Vivimos entre las ramas por unos 45 millones de años hasta que los cambios ambientales promovieron la expansión de las praderas y con esto, la evolución de monos terrestres. Más tarde, y como adaptación a los pastizales donde vivíamos, comenzamos a desplazarnos erguidos, en dos patas, y de ahí el desarrollo de todas las especies de homínidos… una historia ya más conocida. Entonces… si, si venimos del mono, y del reptil mamiferoide, y del anfibio y de esa extraña forma de animalito tentaculado sésil. Hemos sido muchas cosas, pero lo mejor es que somos la suma de todo.

* Margarito Mora-Núñez es egresado del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UdeG, Licenciatura en Biología. Actualmente en el doctorado interuniversitario en Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Primero Una felicitacion. Me ha gustado bastante. Le agradezco elaborar este tipo de trabajos con una clara explicacion y con importancia.
Trabajos como los que veo aqui presentes del doctor mora gustan de leerse a todo tipo de persona, como mencionan, aunque no tengan relacion con la biologia directamante, refiriendome al campo de estudio.
Y prosigo.Tengo una pregunta, para el doctor margarito. O el escrtior de este blog.
'En el momento que cita: "En este momento éramos ya pequeños peces filtradores sin mandíbula que evadíamos, cuando era posible, el ataque de gigantescos escorpiones de mar"...

De donde provinieron los escorpiones? disculpe la intriga pero yo desconosco este tema por completo y me ha llenado de curiosidad. sin mas agradesco la atencion.

O si pudiera sugerirme algun sitio donde consultar mas sobre este tipo de temas, o textos, libros o alguna cede de consulta, abordados por usted claro.

Chino dijo...

Anónimo, buena pregunta. Yo leí esta muy interesante columna en la Gaceta de la UdeG y aunque me maravilla el tema de la evolución, no soy más que un principiante.

Sin embargo encontré el correo electrónico de Margarito Mora Núñez: cambrico@hotmail.com

Ya le plantee tu pregunta, ojalá quiera contestar. De cualquier manera tú también le puedes escribir todas tus dudas.

Anónimo dijo...

http://www.bbc.co.uk/spanish/avconsole/bb_wm_fs.shtml?redirect=fs.shtml〈=es&nbram=1&nbwm=1&bbwm=1&bbram=1&ws_pathtostory=http://www.bbc.co.uk/spanish/avnews/avfile/2007/11/&ws_storyid=071121_escorpion

Anónimo dijo...

A excelente, Muchas Gracias, si comprento en este plano tambien soy un principiante. Tratare de escribirle. de antemano y lo que pueda aportar si ecuentro mas. intentare pasarselos.
Buen dia Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Gracias tambien por el link.