Luto rojo,
Luto de noche,
Cinismo armado,
Represión a lucha, sin solvencia a la muerte,
Hay silencio, no hay detalles,
Improvisación de muerte,
Desataron dolor a tapa oídos.
Cantos a un himno nacional olor a sangre,
En donde nadie sabe contar, la cifra oficial me sabe a cadáver.
Y que se caiga la pugna de luto rojo!
Sin cabida para el eterno abstracto.
¿Dónde queda el concepto universal de patria?
Y todo falta, y nada pasa, que la memoria sea nuestro feroz sobreviviente, donde todos los extraños sembremos lo destruido para no dejar nunca más al tiempo la maravillosa bondad de dejarnos olvidar.
De dejar la enorme responsabilidad de ser antorchas a quienes no se atemorizan ni por hora, ni por noche, ni por el vértigo de nadar como salmones contra corriente en un rio de balas, donde al descuidarse terminas ahogado en el plomo que durante 40 años han callado a quienes alzan la voz.
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