Nuevamente el gobernador Emilio González Márquez, querido por todos nosotros, regaló dinero a particulares. Ahora fue a radiodifusores, quienes recibieron 40 millones y un terreno para la construcción de un complejo Cultural.
El recurso salió de la ya polémica partida presupuestal de Erogaciones Imprevistas -origen de los múltiples donativos entregados al Santuario, Televisa, TV Azteca, MTV, Figuras para el Vaticano...-.

En esta ocasión fueron 40 millones y el destinatario la RATO, Radiodifusoras y Televisoras de Occidente AC. También se le entregó en comodato un terreno que pertenecía a Pensiones del Estado.
Lo que más llama la atención es el silencio de los medios. Si hacemos memoria, los donativos al santuario de los Mártires, a Espacio de Televisa y a MTV, entre otros más, abarcaron las primeras planas de diarios y fueron ampliamente comentados en los programas de radio y Televisión. Bueno, en el noticiario de don José Antonio Fernández no tanto, pues ahí le dan más importancia a las notas de "Tortugas con llantas" -no es broma.
En la prensa escrita se trató el tema, pero no se le dio la importancia que a pasados donativos. De hecho, en Público se relegó la noticia a la sección de espectáculos ¿error del editor? No lo creo.
Según el monitoreo de radio y Televisión de Medialog (un poco de publicidad pues) sólo trataron el Tema cuatro estaciones de radio y ni un solo canal de televisión. Eso es el dato en números, pero al analizar cada una de las notas nos damos cuenta de un verdadero caso de autocensura, lo cual es reprobable.
Radio Universidad fue la única estación que le dio difusión al caso, entrevistando a funcionarios del IFE, diputados y representantes sociales respecto a la entrega del recurso. De hecho se le cuestionó a Francisco Aceves, investigador iscrito al Departamento de Estudios de la Comunicación Social, sobre el donativo, mismo que como era de esperarse reprobó.
Las otras tres estaciones que hablaron del tema fueron 850 Noticias, Radio Metrópoli y 1070; aunque no podemos decir que pasaron la prueba de la autocensura. En 850 noticias trataron el tema en "La Política en Rosa", programa encabezado por Sonia Serrano, periodista de Público, quien habló de información propia y no de información surgida propiamente de la estación. La misma situación en Radio Metrópoli, donde Agustín del Castillo

y Rubén Martín -ambos de Público, también- emitieron los comentarios, pero en los noticieros encabezados por reporteros de la estación no se mencionó, a pesar de que Grupo Unidifusión, del que forma parte la emisora, se deslindó de la RATO en años pasados, luego de otros donativos gubernamentales que no se concretaron. En 1070 es más bien algo anecdótico, pues es una de las estaciones que más me agradan y la noticia surgió precisamente de un reclamo de mi parte por la omisión; José Ángel Gutiérrez, ante mi reclamo, negó que fuera autocensura y argumentó que el proyecto era bueno para la sociedad, no como anteriores donativos (yo, perdón, no le veo diferencia) y prometió que para complacer a la audiencia, se cubriría el tema, promesa que por cierto, no se ha cumplido.
Parece claro que el gesto del gobernador busca más fines políticos que precisamente el de apoyar la Cultura. Si la propuesta busca fomentar el arte y promover los valores culturales de la región, como afirma José Pérez Ramírez, alto directivo de Radiorama y presidente de la RATO, ¿entonces por qué la opacidad para la entrega del recurso? ¿por qué no se presenta el proyecto con la justificación y no se planteó el asunto a la luz pública? Se recurrió al manejo discrecional y se pretende eliminar la información. A cambio, el gobierno espera ser bien tratado en los noticiarios de la radio, a cambio de ese regalito...
me suena conocido.
Lo que busca la RATO es crear el "Palacio de la Comunicación", un complejo que incluiría un lugar para presentar obras de teatro, un museo y, según afirmaciones de Fernando Guzmán, las instalaciones para la prensa internacional en los Juegos Panamericanos. Lo extraño es que el gobierno esté dispuesto a construir la infraestructura (hay quién afirma que los 40 millones es parte de un total de 300) para entregar los beneficios a una sola organización.
Como ocurre desde hace más de cien años, la relación prensa-poder es peligrosamente estrecha, en detrimento de la sociedad civil y su derecho a la información.