miércoles, 22 de abril de 2009

Aranzazú

…y escapó por la ventana aquel sonido
El de su cantar erguido que con aire dibujaba
Sin malicia ni perjuicio su arte solo implementaba
Para despertar mañana con su espíritu encendido

…y así llegó hacia aquellos en las plazas
Que con caminar conjunto las tardes sin pena pasan
Esperando entre ellos la salida de unas damas
Para regalarles flores, admirar como su manda

…y el aire llevaba tonadas y sones
Con pasar fugaz y herido por la llama hecha canción
Que lo hacía como si fuera a escapar de vibraciones
Al tener estas la suerte de causar tanta impresión

…y su alma al despertar siguiente, en calma
Descubrió hacia su ventana un sin número de aves
Que habían venido anunciando de las visitas llegada
Un número igual de hombres con trajes y flores suaves

…Y juntos caminaron en bandada
Al igual que las palomas que volaban sobre el cielo
Que siguiendo la secuela por las flores dibujada
Abordaron campamento sobre el pasto y rojo fuego

…y al saberse Aranza dueña de preciosas cualidades
Se le acrecentó su ego de manera desbordada
Que señora ya sintiéndose de todas las necedades
Caminó con forma y tono, con poder y enmascarada

…y levantó una mano de forma prudente
Cargaba sobre su izquierda aquella espada querida
Que su padre trajo en barco como buen hombre pudiente
Y comenzó a tirar fuertemente con la astucia requerida


…y al final el viento vuelve

Como siempre lo hace al fin

Después de mil viajes dados

Por el mundo y por venir

Encontrando cosas nuevas

Cada que va por ahí

“...colección de corazones
Eso es lo que tengo aquí”

3 comentarios:

cecilia dijo...

es como un cuento de esos que me gustaba leer, -nostalgia, más que nada-.

Alguna vez me tocó leer algo así en un libro de Oxford para estudiantes de primero de secundaria, fue uno de esos libros que me hubiera guastado no devolver; de no ser porque noséquécosaperdía de quedármelo.


Si lo hubiera conservado es posible que se quedara arrumbado en una caja de libros de texto gratuito, luego lo hubiera sacado, tal vez habría recortado algunas ilustraciones y el semilibro hubiera quedado junto a mis juguetes, donde están aquellas cosas que piensas volver a usar -en algún momento- porque todavía no parecen lo suficientemente aburridas o inútiles como para no jugar con ellas.

azul.pepino dijo...

Mi abuela tenía toda su vida guardando tiliches ("aquellas cosas que piensas volver a usar -en algún momento- porque todavía no parecen lo suficientemente aburridas o inútiles como para no jugar con ellas" diría Ceci) y sorprendentemente el fin de semana pasado, a sus más de 85 años, se decidió a tirar a la basura más de cinco cajas con objetos, latas, libros, juguetes, cartas, cobijas, envoltorios....

Aún estoy pasmado, su “...colección de corazones” ya no estará más aquí.

cecilia dijo...

... sin palabras me has dejado chino; aunque no lo había vuelto a pensar, hasta me convenciste de que entregar el libro fue lo mejor.

A.ntes D.eque L.olvide: tu abuela es la onda.