lunes, 26 de julio de 2010

Constructores contra periodistas

La población de Guadalajara cada día crece más. La concentración de tanta gente en una misma metrópoli trae consigo muchos problemas, como la movilidad, el drenaje, la contaminación, el empleo... en fin, todos los conflictos que vivimos a diario. La industria de la construcción es de las más beneficiadas. Sin embargo, el crecimiento de la ciudad debe ser ordenado. Si reina la anarquía, la edificación sin control, pronto surgen problemas.

Durante la administración de Emilio González Márquez en el ayuntamiento de Guadalajara (2003-2006) y durante el interinato de Ernesto Espinosa Guarro, el síndico Gustavo González Hernández (ahora diputado federal) aprobó muchas licencias de construcción pasando por alto los planes parciales de desarrollo, mismos que señalan las edificaciones que están permitidas y los giros de negocios por cada zona de la ciudad. Ya en el ayuntamiento encabezado por Alfonso Petersen (hoy secretario de salud) se creó una comisión edilicia que habría de revisar estos permisos irregulares... sin embargo, no se corrigió el problema y en contraparte se aprobaron no pocas licencias más para torres.

En la actual administración de Aristóteles Sandoval tronó la bomba, empezando con la Torre Q, en la colonia Providencia. Un tribunal, así como la Procuraduría de Desarrollo Urbano, ordenó su demolición, pues el edificio tiene más pisos de los permitidos en la zona. Cabe mencionar que el edificio ya está habitado. El ayuntamiento ya reconoció que hay muchas construcciones que jamás debieron permitirse. Tampoco se salva el actual gobierno municipal, pues ha seguido la entrega de licencias irregulares, otorgadas por funcionarios que hasta hace unos meses se dedicaban justamente a gestionar obras de constructoras privadas.

Los medios han tratado el tema de forma amplia, documentando el tráfico de influencias que ha permitido toda esta corrupción. La periodista Mireya Blanco, de Notisistema, cubre el H. Ayuntamiento de Guadalajara y ha dado puntual seguimiento al caso.

Este lunes por la tarde, tras una rueda de prensa en Palacio municipal, fue amenazada por el representante de una constructora que quedó al descubierto tras la publicación de irregularidades en sus edificaciones. También advierte que irán contra los reporteros Sergio Blanco y Luis Herrera.

Aquí está la grabación:



Resulta lamentable que empresarios pongan por encima del interés público, del bienestar social de los habitantes de esta ciudad, su interés particular por lucrar. No les importa si hay afectaciones a terceros o si pasan por encima de la ley, lo que les interesa es el dinero. Y es aún peor cuando, lejos de buscar responsabilizarse y resarcir los daños, se enfrentan a la prensa que en beneficio principalmente de la ciudadanía difunde sus acciones truculentas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece increíble que el gremio periodístico (aunque eso aplica a muy pocos, diría mejor “reporteros”) alabe a Mireya por el simple hecho de haber sido el “Blanco” de la grosería de un personaje que no tiene la mínima idea de lo que es la educación, el respeto y mucho menos, lo que es la opinión pública.

Se desvivieron en elogios para ella, una buena REPORTERA, cuyo único acierto fue actuar mesuradamente ante alguien que no lo hizo así. Porque lo que ha publicado en su medio no es nada del otro mundo, ni descubrió ni reveló el hilo negro, ni modificó ninguna problemática social, que se supone es uno de los resultados del buen periodismo ¿no? Se trata de información, “notas” que todos los reporteros traen.

Y ahora resulta que las groserías de que fue objeto, ella y otros que parecen inadvertidos, es un “premio” por su buena labor. Entonces Facundo es un gran comunicador porque ya varias veces lo han amenazado y hasta intentado deportar…

No pasa nada, son gajes del oficio; son peores los golpes y aventones que se llevan los fotoperiodistas durante marchas o manifestaciones y ninguno es un mártir, ni más ni menos que otro colega. Recibir insultos y amenazas en esta profesión no significa que lo estés haciendo bien, es parte de.

Sugiero que le bajen a la admiración, Mireya es buena reportera, pero no va a ganar el pullitzer. Me extraña de los auténticos periodistas, los pocos que tenemos aquí, que confundidos con la amistad se desviven en elogios. Calma.

Chino dijo...

Me supongo que tu comentario no iba dirigido a tu servidor, porque en lo que toca a mí, Anónimo, decir "ha dado puntual seguimiento al caso" no me parece nada cercano a alabar, elogiar, darle premio Pullitzer, ni creo que sea necesario bajarle a la admiración. ¿No estás exagerando tú?

Estoy de acuerdo contigo con que Mireya no es La Gran Periodista, ¿pero quién dice eso? Yo no he oido comentarios, ni siquiera en el mismo Notisistema (que oigo todo el santo día) que tengan algo que ver con lo que dices. Más bien he oido apoyo hacia ella y repudio hacia quien la amenazó.

La comparación con Facundo es un tanto ridícula. Mireya ha hecho su trabajo de forma correcta, lo que ya es mucho decir por cierto, tanto como presentadora de noticias en Metrópoli al día como en su labor diaria de reportera. Digamos que no suele ser la simple graba-declaraciones, sino que da más allá, investiga, indaga en documentos, contrasta opiniones, y eso es suficiente. No es lo máximo, pero es lo suficiente.

No comparto tu visión de que el periodismo bueno es el que modifica situaciones sociales. Hay montón de reportajes excelentes sobre trata de personas, narcotráfico, contaminación y un gran etcétera que no han modificado ni poquito los grandes retrocesos que vive México en estas materias.

Por cierto, no creo que sea sano considerar como "gajes del oficio" recibir amenazas. Nuestra sociedad y sobre todo los que detentan el poder deben avanzar y acostumbrarse al escrutinio público. Tomar una agresión contra un periodista como algo común y corriente banaliza una práctica regresiva e incluso la justifica.

Muchas gracias por comentar, la deliberación es una de las actividades que más riqueza nos traen. :D

Anónimo dijo...

En respuesta al comentario de Anónimo:

El periodismo no busca modificar ninguna problemática social. No pretende cambiar la realidad para obtener un final feliz. El único objetivo que persigue es informar. Las consecuencias de la información son cosa aparte.

Respecto a que se trata de un tema que otros medios también manejan es cierto, sin embargo y en estricto apego a los hechos, lo relacionado con la Torre Q y el resto de complejos habitacionales en Providencia que están bajo la lupa, es un tópico puesto en la agenda a partir de la información trabajada por Mireya Blanco.

Finalmente, ningún tipo de violencia debe ser considerada como "gajes del oficio" en la labor periodística.

Anónimo dijo...

Resulta muy curioso que la mayoría de los comentarios anónimos están (o intentan estar) en desacuerdo con la publicación. Tan divertido que es ir en contra, ¿para qué esconderse?

Yo hasta pienso que el misterioso Anónimo es el mismo que firma el post, pues es mucha coincidencia la ausencia de faltas de ortografía o redacción, tanta que hasta el típico argumento de "alguien con tales horrores gramaticales etcétera" queda invalidado.

Por cierto, yo opino que Notisistema es joto, así nomás, sin pruebas que sustenten mis palabras.

Y el Chino me la pela.

Chino dijo...

Que putos.

Greiss dijo...

sí, nunca falta un anónimo con paranoia.
En lugar de darme para pensar mal, me alegra lo de la ausencia de faltas de ortografía. No encuentro razón para quien comenta en el blog, deba tenerlas.

Alecito. dijo...

A mí me preocupa mucho que haya quien piense que recibir golpes y amenazas es parte del oficio del periodista.

Eso sí me da a pensar mal.

Chino el que las pela dijo...

Mi teoría, que lo más seguro es que no tenga muchas bases, es que no debemos preocuparnos de que alguien piense eso de los golpes y amenazas a periodistas, porque está muy muy cerca de nosotros y con cualquier fiesta o cervezas podemos aclarar el punto.

EL RAFA CHAFA dijo...

lla vajenle asu tandariola
son revonitas las seibas eda?