Desde el viernes pasado se renovó la discusión pública, que no oficial, sobre la conveniencia de legalizar las drogas, luego de que Felipe Calderón se mostrara abierto a debatir al respecto en el marco del "Diálogo por la seguridad". Hemos oído argumentos a favor y en contra de esta medida.
Legalizar la droga significaría dar un estado legal al uso, consumo, venta, producción de éstas sustancias que se supondría están prohibidas. ¿Pero realmente están prohibidas? Yo creo que no.
La visión paternalista, donde el Estado es un gran papá que me dice lo que debo y no debo hacer con mi vida resulta totalmente desfasada en este caso. Como sabemos, el alcohol y el tabaco son drogas -muy dañinas- que sí están permitidas, son producidas por grandes empresas que generan miles de empleos y pagan (o deberían pagar) muchos impuestos. Pero no son las únicas.
Existen empresas, con RFC y todo, cuyo negocio consiste en enviarte hasta la comodidad de tu casa sustancias psicoactivas, tanto o más fuertes como las "prohibidas", pero que son totalmente legales. Una sencilla búsqueda en Google es suficiente. Por ejemplo, se puede conseguir la llamada ska-pastora, salvia, una planta originaria de Oaxaca que se puede consumir en infusiones, masticándola o fumándola, y cuyos efectos producidos por la sustancia activa salvinorin-A "van desde intensidad y terror alarmantes, hasta experiencias de exquisistos sentimientos e introspecciones, energías transformadoras y curativas y bizarras dimensiones físico-geométricas", según la investigadora Karina Malpica. Reitero, esto es absolutamente legal, se utiliza incluso el sistema SEPOMEX para los envíos y se paga impuestos por ello. Hasta factura te dan.
Y no sólo es esa planta, también se puede encontrar plantas como la egipcia Lotus Azul, sustancias para preparar Ayahuasca, Datura, Kratom, cactus de San Pedro -que contiene las mismas propiedades del Peyote pero es legal-, Ololiuhqui, la combinación de hierbas llamada "Spice" o lechuga silvestre, todas con capacidades psicotrópicas, todas legales.
Pero hay drogas más comunes, que seguramente todos hemos comprado alguna vez, y que son legales. Tal es el caso de la nuez moscada, que en dosis pequeñas es inofensiva, pero incrementando el consumo provoca alteraciones. O cualquier jarabe para la tos, puesto que contienen codeina, un alcaloide extraído del opio (ese no es legal), sólo que esto no lo dice el médico pues espera que su paciente no se tome medio bote de un jalón.
Ante esto, ¿qué hacer? El caso de los hongos aluginógenos, que surgen con un poco de lluvia y caca de vaca... ¿habría que prohibir el excremento de vacas también? ¿Qué hay de los solventes? ¿O será que como ese tipo de drogas son inhaladas por sectores en situación de pobreza no les importa a las autoridades? Y el pegamento amarillo y el aire comprimido... Dicen que las fibras del plátano también tienen efectos narcóticos, aunque suena más a mito, ¿entonces por si las dudas también prohibir el plátano? ¿Prohibir también estas sustancias, todas ellas para que nadie las consuma?
Y en caso de ser esa la decisión, ¿sirve de algo? Independientemente de que sea prohibida una droga como la marihuana o la cocaína, ¿eso a frenado aunque sea en algo el consumo? Las drogas son fáciles de conseguir y se adaptan al presupuesto del consumidor.
En qué cabeza cabe que cualquier persona pueda comprar un arma de fuego y sea relativamente sencillo conseguir el permiso para portarla; enfrente del Congreso de Jalisco, cruzando Plaza Liberación, se puede ver en los anaqueles de una tienda una amplia variedad de pistolas. En Estados Unidos uno tranquilamente entra a cualquier supermercado y compra una escopeta con tantas municiones como sean necesarias para rellenar de plomo al vecino, y pagas con tu tarjeta de crédito sin problemas. Y no sólo eso, hay organizaciones de mucha gente, muy poderosa, que defienden el "derecho humano" a portar un arma de fuego ¿No es un mundo al revés? ¿Cómo te prohiben consumir una droga que sólo te hará daño a tí mismo, mientras fácil y legalmente puedes portar un objeto que únicamente sirve para hacer daño a otro ser, así sea en defensa personal?
Ante un problema de salud pública, la solución es prohibir lo que se consume y disparar contra los que la venden (y consumen), mismos que tienen fácil acceso a las armas con las que responderán los disparos. Y es que finalmente los narcotraficantes juegan en la misma pista de las autoridades. ¿Qué es un cártel del narcotráfico si no una empresa que ama el capitalismo voraz? El narcotráfico que conocemos es consecuencia en cierta medida de la visión capitalista de conseguir dinero a costa de lo que sea, donde el único motivo de vivir es conseguir más dinero para consumir más. En el fondo, yo no veo mucha diferencia entre un monopolio como Monsanto y el Cártel del Chapo.
Ya son 28 mil muertos en México desde que Felipe Calderón comenzó esta estúpida lucha contra algunas sustancias psicotrópicas ¿Cuántos más? Miles de millones de pesos anuales destinados para esta guerra ¿Hasta cuándo? ¿Cuáles han sido los beneficios? ¿Es que acaso no hay sociedad civil dispuesta a poner un alto?
7 comentarios:
Pues es que esa sociedad civil no quiere terminar colgada de puentes peatonales, (me incluyo), así que estamos entre el terror y la inacción.
Hasta mi tía Pelancha opina que ya liberen a la mariguana, si no es más que una pinche hierba.
Y de hecho ya estamos incursionando en el mercado de la mota transgénica.
Próximamente esperen noticias de eso aquí en Ellibrodemanuel.
¿quién de nosotros podría ser señor Monsanto? ¿quién? ¿quién?
Tal vez eso también, lo sabremos, para el próximo libro de Manuel.
Tal vez, eso, no es muy importante, porque Monsato es un mal, nombre,
sólo, es, un, chiste, local.
mejor dejemos la controversia y fumémonos un toque
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