miércoles, 5 de mayo de 2010

Requiem por una peda

Protección oficial
gloria reza m.
Proceso Jalisco 2007

Frente al Rastro Municipal, cerca de las instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas (CUCEA), funciona desde hace dos años el restaurante bar El Dorado. Cada viernes, la Dirección de Inspección de Reglamentos de Zapopan lo clausura y multa a su dueña, Ana María del Carmen Cardona Estrella. La empresaria asegura que desde enero pasado, con el cambio de administración municipal, comenzó el “acoso y abuso de autoridad” de inspectores que acuden hasta tres veces en un día a “corroborar que tenga y presente cédula municipal, que respete su giro principal y que no expenda bebidas alcohólicas a menores”.



Todo parece indicar que su grave falta es hacerle la competencia al negocio “universitario” de La Calle 2, pues Cardona asegura que la UdeG cuenta con el respaldo del ayuntamiento, sobre todo del director de Comercio, Marco Antonio Sánchez López. Éste, dice la dueña de El Dorado, “me declaró en un miércoles ciudadano ante Heraclio Reséndiz, oficial de Padrón y Licencias, así como de su jefe inmediato, Pablo Aguilar Lucio, director general de Inspección de Reglamentos, que el secretario del CUCEA, Sergio Camarena, le ordenó que me clausurara”. Durante otro miércoles ciudadano, en la colonia El Briseño, el mencionado Heraclio Reséndiz Sañudo le comentó a Cardona Estrella –en presencia de la reportera– que el 3 de julio se realizaría una reunión de la Comisión de Giros Restringidos a la cual acudirían “su servidor, Pablo Aguilar Lucio, regidores y autoridades de la UdeG para resolver su situación”. A la cita acudieron además de Reséndiz y Aguilar, asesores del PRI y del PRD, así como el coordinador de los ediles panistas, José Salcedo Martínez.



Así mismo estuvieron ahí otras tres personas a las que Miguel Ortiz, representante del regidor perredista Manuel Villagómez en la comisión, “jamás había visto” y, por tanto, no pudo asegurar ni desmentir que fueran representantes de la universidad. En la sesión, Aguilar Lucio afirmó que María del Carmen Cardona había infringido la ley municipal muchas veces y que “le han levantado ocho clausuras, dos infracciones y un apercibimiento por vender cerveza sin alimentos”. Cardona le recordó que en los primeros cuatro meses del presente año los inspectores la multaban al considerar que tortas, tacos, pizzas, tostadas y sushi no son alimentos, pero que la situación se aclaró cuando ella solicitó tres veces al municipio que le precisara por escrito si los productos que vende son alimentos o no.



Además, mencionó que sus clientes son estudiantes que “no cuentan con dinero suficiente para estar consumiendo alimentos todo el tiempo mientras toman su cerveza”. Entonces Reséndiz defendió a los inspectores y dijo que “no se puede sostener un restaurante a base de tostaditas; se requiere de comida más elaborada, una carta”. Sin embargo, el Reglamento de Comercio no señala qué alimentos debe ofrecer un restaurante. Posteriormente, Aguilar Lucio dijo que la empresaria había violado la ley al organizar un evento con música en vivo sin el permiso oficial ni la seguridad adecuada. Cuando Cardona replicó que todo estuvo en regla, el oficial de Padrón y Licencias coincidió con ella y agregó que la clausura no procedía. Otro de los argumentos del ayuntamiento contra El Dorado es que los vecinos del restaurante “se dicen molestados en sus viviendas por el funcionamiento del lugar –dice Cardona–, aunque frente a mi negocio está una carnicería, al lado derecho un lote baldío, al lado izquierdo un negocio y en contra esquina una casa vacía”. Por esos motivos recurrió a la Ley de Transparencia y, aunque fue necesario interponer un recurso de revisión, al fin supo quiénes son los “vecinos” quejosos: el jefe de la Unidad de Vigilancia del CUCEA, Benjamín Jiménez López, y el jefe del Departamento de Operación del Rastro, Eduardo Fletes Lara. Confrontación legal Ante las irregularidades mencionadas, María del Carmen Cardona demandó por la vía civil –expediente 275/07– al ayuntamiento de Zapopan y al director de Comercio, Marco Antonio Sánchez. Por ello el coordinador de Sindicatura, Francisco Uribe Tapia, le propuso que si retiraba la demanda contra el ayuntamiento –aunque no lo hiciera con la relativa al funcionario– le otorgarían el cambio de giro de restaurante a centro botanero. “Nos desistimos y solicitamos el cambio de giro el 15 de mayo reuniendo todos los requisitos, pero a la fecha no ha habido respuesta”, comenta la empresaria.



También presentó una demanda ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, con base en la que se integró la averiguación previa 2753/07 por extorsión y por abuso de autoridad contra el coordinador de inspectores, Carlos Murguía López, el inspector especializado Gerardo Osorio Peña y los inspectores multimodales Enrique Fabián García Higuera y Armando Alfonso Morales Zavala. Así mismo, presentó dos quejas contra los funcionarios mencionados: la administrativa RA/0520/6/103/07, que será investigada en la Sindicatura, y la CM-AR-PAR-0005-07, que será analizada en la Contraloría interna. Además, interpuso una queja (número 43) ante la Dirección de Asuntos Internos del municipio para que investigue la mala actuación de cuatro inspectores bajo el mando de Marco Antonio Sánchez. Y es que, aunque el negocio está cerrado, el director de Comercio sigue enviando a sus inspectores. El 23 de febrero pasado, el rector del CUCEA, Jesús Arroyo Alejandre, envió un oficio al presidente municipal de Zapopan, Juan Sánchez Aldana, para solicitar “que se clausure ese negocio (El Dorado) por vender bebidas alcohólicas a menores de edad y a estudiantes de este centro universitario, porque su actividad resulta nociva para la salud de nuestros jóvenes y para evitar problemas de alcoholismo y de distribución de drogas”. En entrevista, el secretario administrativo del CUCEA, Sergio Camarena Delgado, acompañado del abogado del centro y del jefe de la Unidad de Vigilancia, Benjamín Jiménez López, niega que la institución proteja a La Calle 2. Camarena considera que El Dorado “ha crecido tanto que vienen estudiantes del CUCEI y del CUCSH, pero no es un lugar adecuado”.



Sostiene que “una vez lo cerraron porque encontraron droga entre los músicos de una banda, traían piedra base y algunos alumnos de la prepa traían mariguana y estaban bebiendo cerveza. En ocasiones hasta descargan dos camiones”. Precisa que la fecha en que se clausuró el lugar fue el 9 de marzo, durante la fiesta de bienvenida del Cucebrio. Sin embargo, en la reunión que sostuvieron autoridades municipales con Cardona para decidir si continuaba operando el negocio no se mencionó el asunto, que hubiera sido relevante. Pese a que El Dorado tiene ya dos años operando, Benjamín Jiménez considera que “las molestias” surgieron a partir de que se abrió el ingreso vehicular por la calle La Grana, según él hace un año. No obstante, esa entrada se inauguró el pasado 23 de marzo, de acuerdo con la página web del CUCEA.


Además, la queja oficial de este centro universitario se presentó un mes antes. Los funcionarios de la UdeG señalan que otra de sus preocupaciones es el aumento de los reportes de maestros agredidos por estudiantes ebrios, pero cuando se les pide copia de los reportes, Camarena Delgado aclara que no los tiene por escrito y que tampoco se inició ningún trámite administrativo, “ya que se arregla la situación cuando el alumno pide disculpas a su profesor”... ?

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